El Cáceres tiene confianza en que sus aficionados acudan en masa el domingo al multiusos para presenciar el encuentro frente al Real Madrid. El equipo blanco tradicionalmente siempre ha sido el equipo que más espectadores ha llevado a las gradas cacereñas. El encuentro además tiene el ingrediente de ver por primera vez en acción al flamante fichaje verdinegro, Gabriel Muoneke. En el entrenamiento semanal de puertas abiertas ayer, un considerable número de aficionados se personaron para observar su tercer día de trabajo como jugador del equipo cacereño.

La victoria del pasado fin de semana en Lleida, primera fuera de casa de toda la temporada, aparece como un aliciente añadido para presenciar in situ el encuentro frente al cuadro de Javier Imbroda.

En la plantilla del Cáceres se vive con tranquilidad la semana tras escapar provisionalmente de los puestos de descenso a la Liga LEB.

FERRAN, A PUNTO

La plantilla verdinegra ya ha recuperado a Ferrán López, que ayer se ejercitó con normalidad con el resto de compañeros. A pesar de la lesión que se produjo en el enfrentamiento contra el Lleida, el base catalán está en condiciones de disputar el encuentro ante el Madrid.

El otro director del equipo, Mike Hansen, también se encuentra totalmente restablecido del proceso gripal que sufrió a principios de semana. Quien no estará es el pívot Juan Antonio Orenga, que sigue con una contractura muscular. El jefe de los servicios médicos del club, Marcos Maynar, afirma que el castellonense podrá volver a los entrenamientos a plenitud la semana que viene.

El Real Madrid, por su parte, podrá contar casi con total seguridad para el enfrentamiento en Cáceres con Alberto Herreros y Damir Mulaomerovic, que han retornado a la disciplina blanca tras recuperarse de sus respectivas lesiones.

El club blanco no ha decidido aún si Dragan Tarlac continuará en el equipo tras la negativa a desplazarse con el resto de compañeros a Atenas para disputar el partido de Euroliga que disputó ayer y perdió (71-68) ante el Olympiakos. El jugador con pasaporte greco-yugoslavo se negó a viajar por temor a ser retenido en territorio heleno por tener obligaciones militares pendientes. El club blanco se encuentra en una dura situación tras perder en el último partido de liga con el Granada.