La cuenta atrás está a punto de terminar. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad y sus aficionados ven ya muy cerca el inicio de una nueva temporada, la decimotercera del club, la décima en la LEB Oro. El pistoletazo de salida es el viernes en el Multiusos. El rival, el Levitec Huesca. Al frente de la nave, Roberto Blanco (Plasencia, 27 de febrero de 1976), que ya condujo al Cáceres en la segunda parte de la campaña pasada. Ahora ha cogido el equipo desde la hora cero y, con una renovación profunda (solo dos jugadores siguen, Luis Parejo y Niko Rakocevic), confía en no pasar los apuros del curso anterior, cuando se salvó la categoría en la última jornada. «Por el bien de la salud de todos», dice.

Crecer desde el minuto cero, no ponerse barreras «y trabajar con la firme idea de ganar el próximo partido, sea con un equipo grande o contra uno pequeño». Eso es lo que quiere Roberto Blanco, que matiza la última palabra de esa frase: «Aunque en esta liga no hay nadie pequeño».

Contento con la pretemporada que ha hecho el Cáceres, tiene claro que aún hay mucho margen para crecer. Por las propias características de los jugadores que han llegado. «La plantilla ha seguidos las líneas que queríamos, estamos cien por cien preparados para el partido ante Huesca, pero estoy seguro que aún hay mucho margen de mejora».

OCHO JUGADORES NUEVOS / Está el Cáceres en construcción, pero ya preparado para afrontar la competición («tenemos buenos cimientos»). Del curso pasado solo siguen Luis Parejo (será su séptima temporada en el club) y Niko Rakocevic (quinta campaña). A ellos se han unido los bases Aitor Zubizarreta y Ricardo Uriz, el escolta Ferrán Ventura, el alero Milan Nikolic, los ala-pívot Jorge Bilbao, Jordy Kuiper y Kostas Jankovic y el pívot Arkeen Joseph, el último en incorporarse al trabajo de grupo. «Es una pieza que va a encajar bien desde el principio. Es un pívot muy clásico, con unas condiciones muy clásicas, pero no exento de talento», dice el técnico del center, que llegó hace una semana y que aún está acoplándose a su nuevo equipo.

«Una de las cosas que más me gusta de este equipo, de estos jugadores, es que cada día te demuestran que pueden dar un paso más. Estoy satisfecho con la plantilla que hemos construido», añade el preparador, que ahora trata de empaparlos con su filosofía de juego. Quiere Roberto Blanco un equipo alegre, que sea capaz de enganchar a la gente. «Tenemos que dar espectáculo, demostrar en ataque que somos un equipo sin complejos, con facilidad para anotar y con transiciones no al esprint, pero sí con un ritmo alto. Un equipo con una seña de identidad clara que no se nos puede olvidar y es que somos un club de gente muy trabajadora.»

Sabe Roberto Blanco que para crecer, para no pasar los apuros del curso anterior (para este se mantiene el descenso de los tres últimos), hay que mejorar el rencimientos fuera de Multiusos. «No podemos hipotecar nuestras aspiraciones a ganar solo en casa, porque esa es una apuesta muy arriesgada». Por eso está haciendo un equipo sólido, que salga siempre con «mentalidad ganadora, con el deseo de competir allá donde vayamos. Da igual el tamaño del pabellón, da igual que sea el nuestro o no».

En cuanto a la LEB Oro, el técnico del Cáceres la ve más igualada que el año pasado. No cree que haya dos equipos como Betis y Bilbao muy por encima del resto. «Va a haber más de dos. Y también creo que vamos a estar todos muy juntitos. Va a ser una liga muy competitiva, muy dura, nadie puede dormirse», añade el preparador, con ganas de que el árbitro lance el balón hacia arriba y comience lo bueno.