Afronta el Cáceres Patrimonio de la Humanidad el primer partido de la temporada oficial en casa, segundo de la LEB Oro. El resultado del primero (87-72, derrota en Girona) es un acicate más para la cita de esta noche frente al Melilla (21.00 horas, Canal Extremadura TV).

Es muy pronto para conclusiones taxativas, ni positivas ni negativas, pero lo ocurrido en Fontajau ha servido durante toda la semana de inspiración para trabajar sobre la pista. Primero, para corregir los errores que llevaron a un revés que, a la vista de cómo transcurría el choque en la primera mitad, fue casi inesperado; segundo, para apretar con más fuerza y ser más duros mentalmente, sabiendo que esta vez se contará con el apoyo del público.

Gustavo Aranzana hablaba ayer en estos términos, saltando de un lado a otro entre lo táctico y lo psicológico. Melilla es la segunda estación de un calendario inicial muy exigente. "Es un equipo importante, con una línea exterior tremenda y muchos kilos y rotación por dentro", destacó el entrenador, que puso de relieve el hecho de que, aunque ha habido muchos cambios en su plantilla, el rival sigue con el mismo entrenador --Gonzalo García de Vitoria-- y por tanto "una dinámica de juego muy parecida".

LAS CLAVES

Sobre la pizarra, el técnico vallisoletano señaló tres cuestiones fundamentales: la defensa de los bloqueos directos --no se quiere que Riera y Odiakosa repitan el recital de Ordín y Middleton del pasado viernes--, el dominio del rebote y neutralizar los movimientos que permitan tiros sencillos a los aleros Salva Arco, DeVries y Suka-Umu.

El recuerdo de Fontajau estuvo muy presente en su comparecencia. "Cometimos muchos errores, algo propio de un equipo joven como el nuestro, que aún está en construcción", indicó. Pero más allá de lo estratégico, estuvieron las cuestiones mentales. "Espero que tengamos más tranquilidad si el partido se nos complica. Lo que no podemos es perder la concentración", añadió.

SCOTT Y SEDLAK

En su punto de mira aparecen dos nombres propios: los de Carleton Scott y Justin Sedlak, sus dos rookies . En el caso del primero, ayer mismo fue noticia porque se retiró del entrenamiento por un golpe. "Jugará. Tiene que aprender a jugar con dolor", indicó Aranzana, que desveló que el martes había hablado personalmente con él para ver cómo había encajado no anotar en su primer partido oficial. "El me dice que está bien. Esperemos que no se venga abajo". En cuanto al pívot eslovaco, comentó que "es una fuerza de la naturaleza, pero a veces no se controla".

La receta para sumar la primera victoria, en suma, sería "fomentar la participación, tener comunicación y, sobre todo, jugar con mucha agresividad y ritmo". Muy lejos queda ya la exitosa pretemporada y sus triunfos. "Cuando ganamos al Real Madrid, pedí prudencia. Va a ser un año difícil, en el que vamos a sufrir muchas veces", apostilló Aranzana.