Oortunidad para resurgir en lo anímico y en lo práctico. Así se plantea el Cáceres el duelo de esta noche en Algeciras (21.00 horas). Las cuatro derrotas consecutivas del grupo de Ñete Bohigas obligan a los verdinegros a plantearse el nuevo reto con el objetivo de ganar.

De poco sirve jugar bien si se pierde, piensan ya en el Cáceres. La excelente imagen dada en los últimos encuentros no se ha visto refrendada en triunfos, que es lo que verdaderamente interesa. Caer en la prórroga (CAI y Ciudad de Huelva), en los últimos segundos (Gijón) y fracasar también en un partido en el que se llevó una ventaja de 16 puntos (ante el líder Fuenlabrada el martes) ha podido crear un trauma emocional más profundo del que se pudiera desear, aunque el entrenador, Ñete Bohigas, quiera desviarse de esta teoría.

En cambio, el duelo de esta noche ante el Algeciras puede invitar al optimismo, aunque sólo sea porque el rival no atraviesa tampoco su mejor momento de la temporada. Una victoria en los últimos seis encuentros, la última en casa ante el nada intimidador Ourense, son un paupérrimo balance para los andaluces, un conjunto hecho para estar en la vanguardia de la LEB pero que no está logrando su objetivo, al menos de momento.

"Ellos están mejor que nosotros", asume Mario Madejón, el cacereño que ejerce de técnico ayudante del Algeciras, aunque este discurso victimista no lo es tanto cuando recuerda que su equipo juega en casa, "y eso a lo mejor puede ser decisivo".

En el Cáceres no viajó finalmente Juanmi Morales. El escolta sigue sin estar recuperado y para forzar su presencia en una cancha se precisa de un medicamento que podría dar dopping. Se requiere la autorización de la médico de la federación, pero ésta no se encuentra en España.