CACERES - 66: Richard Nguema (7), Braydon Hobbs (16), Pedro Robles (5), Josh Duinker (0), Roberto Morentin (6) --cinco inicial-- Olu Ashaolu (8), Devon Van Oostrum (5), Antonio Peña (14), Alex López (0), Miguel Lorenzo (5).

LEYMA CORUÑA - 63: Xavi López (6), Marcos Suka (6), Pablo Almazán (5), Jonathan Kale (18), Gergely Somogyi (4) -cinco inicial- Cory Johnson (4), Raúl Lázaro (0), Angel Hernández (0), Javier Román (8), Asier Zengotitabengoa (10), Sergio Alonso (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 13-13, 33-29, 49-39 y 66-63.

ARBITROS: Morales y Rupérez.

Que nadie se engañe. La LEB Oro es una competición bastante inferior respecto a campañas anteriores. Los sueldos y la calidad han bajado. Los mejores jugadores se han ido a la Liga Endesa, afectada también por la crisis. Seguramente, con esta plantilla el Cáceres hubiese sido último hace cinco años. Sin embargo, esa pérdida de peso específico ha tenido un efecto colateral positivo: se ven partidos muy abiertos, muy igualados, definitivamente locos. Una locura maravillosa. Nadie controla. Algo así ocurrió ayer en la visita del Leyma Coruña al Multiusos. Ganaron los extremeños por 66-63, lo mismo que pudieron perder. La gente se divirtió, pese a lo extraño de la hora (a las 11.00 no se puede jugar al baloncesto profesional).

No hubo muchas luces sobre el parquet, aunque sí emoción, intensidad, tensión. Se enfrentaron dos equipos que juegan sin careta, honestamente, de los que abundan en la LEB. Se hirieron el uno al otro con llamativos parciales que al final favorecieron al de casa.

PARA EMPEZAR, HOBBS Braydon Hobbs fue el hombre del partido, o más bien de la primera parte. Su incorporación , al fin, puede ser muy importante para mejorar los resultados esta temporada. Logró tres triples en el primer cuarto y uno más en el segundo. A él se agarró su equipo para generar las primeras ventajas (11-2, min. 7), pero la entrada a pista de Asier Zengotitabengoa --silbado-- propició el 13-13 del final del cuarto. Como se ve, poca anotación y muchas imprecisiones, fruto también del horario, que dificultaba entrar en faena. Y, para mantener lo que se ha convertido en una tradición, Olu Ashaolu se metía rápidamente en problemas de faltas. Su fuerza en la zona resulta conmovedora, aunque todavía le queda mucho por aprender de los arbitrajes de la LEB, que por cierto siguen siendo igual de aleatorios que siempre.

El Leyma Coruña completó un 0-12 en el inicio del segundo cuarto (13-18), pero llegaron entonces más buenos minutos del Cáceres, que volvió a demostrar que se siente más a gusto con Richard Nguema al timón que con Devon Van Oostrum. La defensa local estaba siendo estupenda, provocando esas jugadas de robo en pista ajena más canasta que tanto daño hacen al oponente. Al descanso, 33-29 y todo por decidirse todavía.

Van Oostrum sí tuvo un par de minutos de inspiración a la salida del vestuario. Dos canastas suyas, la aparición de Antonio Peña y sobre todo un nuevo aumento de temperatura en el fanático nivel defensivo parecieron dejar tocado al Coruña, que acumulaba un 49-39 a falta de los últimos diez minutos.

FINAL EMOCIONANTE Sin embargo, no iba a ser tan fácil. La irregularidad dentro de los partidos distingue a este Cáceres, que empezó a fallarlo todo y a entregar compulsivamente el balón al rival. El equipo se deshace con una facilidad pasmosa, impropia de estas alturas de temporada pero muy lógica viendo su media de edad. Un terrible parcial visitante llevó al Coruña enfilar los últimos tres minutos pudiendo otear la victoria (57-62). Llamaba la atención que Frade, habitualmente muy fino con las rotaciones, se hubiese olvidado de un jugador evidentemente inspirado como Hobbs.

Eso ya no importaba. Era el momento de darle el balón a los veteranos. Pedro Robles enchufó su único triple de la mañana en un momento providencial. Y Peña le imitó en la siguiente jugada desde la esquina, en uno de esos tiros mal lanzados sobre los que hay que callarse si entran.

Faltaban 33 segundos y la situación había vuelto a dar un giro (63-62). El Coruña ya no acertó a recuperarse y hasta Zengotitabengoa, habitualmente frío de cara al aro, falló un tiro libre. Nguema acertó en tres de los cuatro suyos y Sergio Alonso acabó de sentenciar a los suyos con una pedrada . La victoria se quedaba en el Multiusos, que presentó un aspecto estupendo. No es una iniciativa sostenible, pero el baloncesto a dos euros por cabeza tiene su público.

El Cáceres inicia ahora un periodo de descanso, ya que el próximo fin de semana no hay liga por la disputa de la Copa Príncipe de Asturias entre el Ford Burgos y Andorra. El parón le pillará bien situado en el grueso de la zona media con siete victorias, una cifra para muchos inesperada al principio de la liga. Por elevada, claro.