Como suele decirse, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad ha aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid, donde jugará mañana ante el Carramimbre con la novedad de Cole Huff, sustituto de Marlon Johnson después de que ayer superase el reconocimiento médico y fuese presentado ante los medios. «Estoy ilusionado por esta oportunidad, deseando ayudar lo máximo posible», dijo el fichaje, de 24 años y 2,03 metros.

El club alegó «problemas administrativos» que nunca especificó de su hasta ahora ala-pívot para traer en su lugar a su compatriota Huff, de quien destaca que llega para enriquecer al equipo desde el papel de ‘4’ abierto. Pero cuesta imaginar que si Johnson hubiese hecho algo mejor que los 7,8 puntos y 6,2 rebotes que promedia (en 27 minutos), esas dificultades burocráticas no se hubiesen resuelto. Baste con recordar que la pasada temporada la pasó sin problemas en España jugando en el Prat.

Pero Johnson, empujado al puesto de titular después de la marcha apresurada de Anton Grady y el fichaje a bajo coste de Angelo Chol, ya es pasado. El presente es Huff, arropado por una corta experiencia profesional en la liga griega y en la G League, la competición filial de la NBA.

El chico compareció serio, pero educado, arropado por el presidente del Cáceres, José Manuel Sánchez, y el entrenador, Ñete Bohigas. Ambos destacaron de él su capacidad para «aportar mucho» al equipo. «Lo recibimos con mucho cariño e ilusión», indicó Sánchez, esforzándose por sostener que el adiós de Johnson no es por motivos deportivos, pero al mismo tiempo diciendo que Huff «nos hace mucha falta».

En la misma línea estuvo Bohigas. «Estoy deseando que nos ayude ya a entrenar y que la ciudad y el equipo le acojan. Siempre digo que va a ser como su familia», explicó, mencionando el aval que supone que el jugador haya pasado «por una muy buena universidad», la de Creighton.

«CAMBIO TÁCTICO» / El entrenador se parapetó en que el movimiento en su plantilla no se ha debido a los malos resultados ni al rendimiento de Marlon Johnson, que consideró «bueno». Sin embargo, al mismo tiempo reconoció que Huff es otro tipo de jugador. «Supone un cambio táctico. Nos va a abrir muchísimo el campo desde la línea de tres puntos. Marlon era más físico y de contraataque, pero con Cole hemos ganado en situaciones para el equipo, de ‘pick and pop’, y también es capaz de jugar ‘de cara’. Es alguien que entiende muy bien el juego y que nos puede ayudar inmediatamente en otros aspectos además del tiro de tres como son rebote y la defensa», analizó.

Además, descartó considerar que la confección de la plantilla este verano, sin un perfil como el de Huff que actuase como ‘4’ abierto, fuese un error. «Ese papel podía hacerlo Marlon e incluso Dima [Utolin]. Es una apuesta que se hizo en su momento y yo no reniego en absoluto», aseveró. Del ruso volvió a hablar cuando se le preguntó si, como se insiste en determinados círculos, será el próximo en salir: «No va a haber más cambios por ahora. Lo que quiero es competir y entrenar bien».

CONTENTO / Para el final del acto quedaron las palabras del propio Huff. Aparte de la «ilusión» que siente ante la «oportunidad» que le da el Cáceres, confió en ser una «buena pieza» para la plantilla verdinegra. Tan implicado parece estar nada más aterrizar que llegó a llamar «hogar» a su nuevo equipo. Tácticamente, se mostró dispuesto a ocupar cualquier posición que le encomiende el entrenador, aunque matizó su tendencia a actuar como ‘4’. «Creo que soy un jugador versátil. Aparte de tirar, puedo defender, rebotear y actuar como alero», aseveró.

Después se incorporó al entrenamiento de la tarde, conociendo a sus nuevos compañeros a toda velocidad. Aunque parece que en el vestuario se han dado una tregua ante la constante plaga de lesiones que lo afecta desde hace ya varias temporadas, no estaban todos. Resulta que Johan Kody ha sido padre de una niña llamada Ileana y ha viajado para asistir al parto y conocerla. Se espera que pueda estar de vuelta para el choque de mañana en el pabellón Pisuerga... de Valladolid, claro.