CACERES 2016: Busciglio (4), Gruber (13), Panadero (11), Zuzak (5), Sanguino (3) --cinco inicial-- Kelvin Peña (11), Patten (0), Aspe (0), Sidao Santana (9), Félix Ortiz (2).

ILLESCAS: Jiménez (4), Arturo López (4), Virgil (18), Paco González (6), Dexter Lyons (15) --cinco inicial-- Barrero (0), Sancho (6), Juan José López (2), Sergio Sánchez (0), Joe Alonso (13).

MARCADOR POR CUARTOS: 17-25, 32-46 (descanso) 43-58, 58-68 (final).

ARBITROS: Bey y Velasco. Eliminado: Sidao Santana (min. 38).

INCIDENCIAS: Hubo afición visitante.

Cuesta abajo, y sin freno. El Cáceres 2016 se ha instalado en un estado de cortocircuito permanente. Nada funciona. La parálisis colectiva y la sangría perdedora no tienen límite, y así lo estrá pagando, con cinco derrotas consecutivas como una rémora que ya empieza a pesar más de lo técnicamente asumible. Y los pitos son un síntoma inequívoco de debilidad.

Ni la seriedad del rival, de nombre modesto pero de empaque excelente, ni la deficiente actuación arbitral, pueden enmascarar la derrota ante el Illescas. El grupo de Fede Pozuelo, que en el inicio del proyecto apareció como un compacto e ilusionante proyecto, ha cambiado. O son los jugadores o es el sistema. ¿O tal vez fue un espejismo tanto éxito inicial? Tantos reveses seguidos son un duro lastre que amenaza con prolongarse en el tiempo para desesperación de los fieles.

Desde el inicio se vio que aquello tampoco iba a funcionar anoche. Excepto el arranque inicial anotador José María Panadero --el único habitual del quinteto como titular--, el Illescas se hizo dueño de todo: el rebote, especialmente el ofensivo y todos esos intangibles psicólogicos que hacen grande el deporte del baloncesto: la templanza, la inteligencia, el autocontrol... El desequilibrio era brutal. Un par de veteranos de las ligas españolas (Joe Alonso, a quien se ha visto en la ACB en Cáceres con papel marginal) y Duane Virgil (líder, por ejemplo, de un Calpe descensor) lideraron a los toledanos, que ipso facto pusieron pies en polvorosa en el electrónico (6-14, 15-25, 25-38, 32-46).

El partido tenía un dueño claro. Ni la defensa de Busciglio, ni las pinceladas de Gruber, ni el trabajo de Sanguino... nada era suficiente ante un mejor Illescas. El Cáceres se instaló en el caos, dudosísimo comportamiento en un deporte de carácter grupal, y así le fue. Cuando llegó el Pollito , con sus arreones, pudo intuirse algo. Pero casos como el de Sidao, con una imponente presencia mal aprovechada, diluyen a un equipo que aspire a algo.

ESPERANZA FINAL A trancas y a barrancas, el Cáceres tuvo algo de fe en la remontada en el tramo final del choque. El 56-60 apareció esperanzador, pero se falló un triple --Panadero volvió a estar muy marcado, por él mismo y por el rival-- y todo se esfumó. Lógico.

El Cáceres había caído como lo había hecho en los anteriores partidos: víctima de su propia impotencia y, por qué no, por el equipo representativo de un pueblo de Toledo que ahora ha cambiado el fútbol sala por el baloncesto. Y a fe que les va bien. Y a fe que se lo curran.

Sabadell 76-Cornella 66

Ourense 90-Muro 70

Blanes Almería 94-Tarragona 84

Palencia 53-Qalat 76

Cáceres 2016 58-Illescas 68

Plasencia-Santa Pola (18.00, hoy)

Gijón-Huesca (18.00, hoy)

Prat-Vic (18.15, hoy)

Axarquía-Caja Rioja (19.30, hoy)