Una hora después de que empiece el Nissan Al-Qázeres-Cadí La Seu arranca, a las 21.30, un Cáceres Patrimonio de la Humanidad-Trapa Palencia no menos atractivo. La coincidencia hizo reflexionar ayer a Ñete Bohigas, técnico local: «Debemos evitar este tipo de cosas. En el deporte cacereño somos una familia».

Lo que él ofrece como menú para quien dude es un partido que consideró «interesantísimo» ante un «rival excelente, que lleva una trayectoria de altísimo nivel en lo que llevamos de primera vuelta».

Solo hay que mirar la clasificación para confirmarlo. Los palentinos arrancaron la jornada en la segunda posición (balance 9-3) y vienen de ganarle a uno de los grandes favoritos, el Bilbao Basket, con cierta holgura.

«Es una plantilla muy compensada, con jugadores muy conocedores de la categoría y jóvenes a un nivel muy bueno. Que sean uno de los favoritos al ascenso no es una sorpresa, ya que siguen la línea de los últimos años», amplió Bohigas. En el capítulo de los veteranos habría que señalar sobre todo a Urko Otegui, que con 37 años le da para seguir siendo uno de los pívots dominadores de la LEB Oro (12 puntos y 6,3 rebotes). Entre las promesas, Steve Vasturia tiene solo 23, pero, con 18 puntos por partido, solo tiene por delante en este apartado en la liga a Junior Robinson.

«Son un equipo de muchísima capacidad anotadora. No necesitan jugar en toda la cancha para encestar. Son versátiles, con aleros que pueden postear, ‘cuatros’ móviles y capacidad de tiro. Tienen muchos recursos como grupo y eso les hace ser muy peligrosos a medio campo», continuó diseccionado el técnico local.

ALEX JORDÁ, BASE / No es lo mejor que cuando te llegue uno de los ‘grandes’ de la competición estés sin tu máximo anotador ni con el base reserva. Por segundo partido consecutivo no jugará Niko Rakocevic, al que su edema óseo en un talón le ha impedido entrenar con sus compañeros desde que se le produjo. Como sucedió en el último encuentro ante el Araberri, entre todos tendrán que multiplicarse para aportar lo que suele el montenegrino.

Aquel día Guillermo Corrales sí tuvo un relevo garantizado, pero Arturo Cruz ha terminado ya su contrato temporal y no se le ha renovado, pese a que Andy Mazurczak, el hombre al que sustituía, todavía no está disponible. Así es que tocará una solución ‘creativa’: que Alex Jordá, que normalmente actúa como escolta o alero en el filial, el Torta del Casar, ejerza como director de juego en los descansos que tenga Corrales, ayudado por Dani Martínez. «Alex es un jugador que está en dinámica absoluta de Oro. Queremos que lo que tendrá que hacer no sea una responsabilidad individual, sino colectiva», comentó Bohigas. La presencia tanto de Mazurczak como de Rakocevic será todavía muy dudosa en el próximo partido, el miércoles 19 en Ourense.

Para eso todavía queda mucho, o como mínimo 40 minutos de acción intensa ante el Palencia. «Esperamos seguir la línea que tuvimos ante el Araberri, con sensaciones positivas y que la gente se divierta, para tener tranquilidad en la clasificación», añadió el técnico. Y es que no hay que olvidar que, aunque su equipo ha salido de la zona de descenso, sigue teniendo problemas: en doce jornadas ha perdido el doble de partidos que ha ganado.

Falta una de esas victorias inesperadas que tan frecuentes eran otras temporadas. «Sería el mejor día para lograrlo. Es cierto que a casi todos los equipos de la zona alta conseguíamos ganarles aquí. Necesitamos un partido que nos dé un poco de confianza’. Posiblemente no sea el mejor momento porque no tenemos a toda la plantilla, pero anímicamente estamos bien y hemos trabajado bien», concluyó el entrenador del Cáceres.