CACERES 2016: Alex González (8), Francis Sánchez (11), Lucio Angulo (6), Randy Holcomb (15), Drew Naymick (11) --cinco inicial-- Perico Sala (3), Gio Dedas (4), Xavi Forcada (0), Diego Guaita (13), Juan Sanguino (4).

KICS CIUDAD DE VIGO: Tim Frost (6), Pat Pope (16), Marcos Suka-Umu (18), Mike Williams (11), Ian O´Leary (3) --cinco inicial-- Marc Sola (0), Toni Vicens (0), José Antonio Rojas (0), Alejandro Alba (2), Alberto Ruiz de Galarreta (13), Ryan Pettinella (2).

ARBITROS: González Cuervo y Madrid Soler.

MARCADOR POR CUARTOS: 18-13, 36-26, 58-48 y 75-71.

Consiguió el Cáceres 2016 uno de esos triunfos obligados, de los que salen en todos los cálculos si se quieren conseguir los objetivos (75-71). Era importante ganar más que por el potencial del rival, el Kics Ciudad de Vigo, por hacer bueno el éxito logrado hace ocho días en Burgos. El sol vuelve brillar en el Multiusos, aunque lo hace tímidamente, a la espera de los tiempos de mayor bonanza que pueden facilitar un calendario apretado, pero benigno en teoría.

Globalmente, Gustavo Aranzana parece haber inculcado un mayor espíritu defensivo que el que había antes. Y cierto orden ofensivo. Sigue faltando regularidad, capacidad para cerrar los partidos o para que al menos no se compliquen cuando van bien encaminados. Los apuros finales del choque de anoche deben servir como advertencia: se ganó, pero perfectamente se pudo haber perdido.

El equipo local ya mostró una desconcertarte inconsistencia durante el primer tiempo, un aviso de lo que ocurriría al final. Pasó de un inicio fantástico a un molesto bajón y lo culminó con una estupenda reacción que le permitió marcharse con una buena ventaja al vestuario (36-26). Se vio que hay calidad, como otras tantas veces.

El termómetro cacereño volvía a ser Lucio Angulo. Mientras él estuvo en pista, los de Gustavo Aranzana funcionaron a la perfección. Y eso que su peso estadístico fue muy escaso, pero resulta demasiada casualidad que el buen juego solo se practicase con él sobre el parquet. El Cáceres 2016 empezó serio en defensa, atinado desde el exterior y con un buen Randy Holcomb, lo que ofreció los primeros réditos pronto (14-6, min. 7).

Sin embargo, el Vigo, que es muy poca cosa, se le subió a las barbas con aparente facilidad y llegó a ponerse por delante (18-19, min. 12), coincidiendo con los minutos en el banco de Angulo. Su regreso y una espectacular racha ofensiva del "reaparecido" Diego Guaita (9 puntos casi consecutivos y un par de estupendas asistencias a otro que se reivindicó, Juan Sanguino) volvieron a poner el viento a favor antes del intermedio.

APUROS FINALES Había expectación por saber si el Cáceres 2016 tendría uno de sus clásicos bajones en el tercer cuarto, pero parece que por lo menos esa herida se va curando. El Vigo no hizo demasiado por poner en apuros a los extremeños y muchas veces el partido se redujo a un intercambio de canastas o de errores. De hecho, el cuarto acabó en empate y se afrontaba el último tramo en una posición inmejorable para sumar la victoria (58-48) con Drew Naymick uniéndose al festival del juego interior local. La máxima ventaja había sido de 15 puntos (56-41, min. 29).

El triunfo no fue tan plácido como se esperaba. Cuatro triples volvieron a meter a los gallegos en el encuentro de un modo insospechado (65-66, min. 37). Cundió el pánico. Para arreglarlo apareció Francis Sánchez, que con una canasta, dos tiros libres, un par de rebotes y una providencial asistencia a Naymick decidió y consolidó el break tenístico logrado en Burgos.