Ya no habrá más pruebas. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad pospuso un amistoso que tenía previsto con el Jaguarzo Adepla el próximo lunes y se mete de lleno en la cuenta atrás para iniciar su decimoprimera temporada de vida. El sábado (20.30 horas) le espera el Basquet Manresa tras el adelanto que ha sufrido el partido, previsto para el domingo y al que le ha acabado afectando ‘de rebote’ el referéndum ilegal de Cataluña.

La derrota en el último encuentro de preparación el viernes (65-80) dejó sensaciones contrapuestas en el seno verdinegro: por un lado gustó competir al máximo durante tres cuartos ante uno de los favoritos de la LEB Oro, pero por otro supo mal un marcador abultado y haber acertado un 28,6% en tiros de dos puntos (10 de 25).

Ahí puso el dedo Ñete Bohigas al final del choque: «Jugamos a buen nivel durante algunos minutos y en otros perdimos el norte. Fallamos muchos tiros liberados, otros debajo del aro. Con estos porcentajes es muy difícil competir con un equipo como el Melilla».

El entrenador del Cáceres no dramatizó. «Es pretemporada. El trabajo importante empieza el sábado cuando juguemos contra Manresa. Sí necesitamos ser un poco más regulares y que cierto peso de jugadores se note más en la cancha durante más minutos y no en intervalos tan cortos», analizó. Le preocupa especialmente el estado de forma de Niko Rakocevic, que apenas ha podido entrenar durante las últimas semanas por molestias físicas.

En opinión de Bohigas, el Manresa, recién descendido desde la Liga Endesa, «es un equipo tan fuerte o más como puede serlo el Melilla», pero no descartó dar la sorpresa. Pero para ello hay que evitar bajones en el último cuarto, claro.