Una buena noticia en el Cáceres 2016 después de siete días bastante aciagos: los jugadores, que suelen quejarse habitualmente de la dureza de los largos viajes en autocar, tendrán hoy un desplazamiento algo más sencillo hacia Cornellá, donde jugarán mañana su partido de la decimosexta jornada de la Liga LEB Oro. La gestión del club consiguiendo un buen precio en los billetes ha posibilitado que el trayecto entre Madrid y Barcelona se realice en AVE, con lo que el hastío y el cansancio que suelen ocasionar doce horas en autobús entre Cáceres y la capital catalana se verán al menos dulcificados. Curiosamente, el regreso se realizará por carretera de forma íntegra.

Es, desde luego, la primera vez que el Cáceres 2016 se mueve en tren de alta velocidad en su corta historia. Tampoco hay precedentes de que en la anterior etapa del baloncesto local con el extinto Cáceres CB se produjese la misma circunstancia. Si acaso en la temporada 2001-02, el equipo, entonces dirigido por Alfred Julbe, se desplazó en un Talgo desde Cáceres a Lleida, donde jugaba el día siguiente. El resultado fue una victoria (76-85), pero la experiencia no se repitió.

TENSION El momento no es en absoluto feliz en el seno del club y del vestuario, donde las dos últimas derrotas, ante Ourense y sobre todo Palencia, han escocido especialmente y han supuesto un serio retroceso en el repunte de resultados que había acompañado la llegada de Gustavo Aranzana al banquillo.

La presión con la que se llega a la cita ante el Cornellá es palpable, con la posibilidad de que pronto haya reformas en la plantilla como trasfondo. Enfrente estará el filial barcelonista, irregular pero cuajado de jugadores de talento.

Pese a todo, la directiva no ha perdido el buen humor y el próximo lunes reeditará la tradición navideña de enfrentarse en un partido informal a los miembros del cuerpo técnico.