No se puede decir que sean amigos íntimos. Tampoco que vaya a haber cesiones de jugadores de relieve. Pero entre el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, y el nuevo propietario del Cacereño, Antonio Martínez Doblas, hay un buen feelling .

Sucedió en el día de la gloriosa final de la Eurocopa, en Viena, en un encuentro casual en el afamado restaurante Doco. "Me dijo que el Cacereño era un club histórico y que teníamos que subir". Lo cuenta el propio Doblas, que ya había mantenido algún encuentro informal con el presidente del club más laureado del mundo. "Ya sabía lo del nuevo club, porque se lo habían dicho antes del partido de semifinales, en una comida en la que no estuve".

La conexión Cacereño-Madrid llega a uno de los socios del propio empresario segedano en el Cacereño, "que es también socio del hermano de Calderón", cuenta Doblas, quien asistió a la final como vicepresidente de la Federación Extremeña. Allí estuvo con Juan de Dios Monterde, el presidente, y otros federativos del fútbol regional.

El periodista Luis Herrero; el presidente del Getafe, Angel Torres; o el exfutbolista cacereño Manolo Sánchez fueron otros de los personajes con los que coincidió en Viena. Todos ellos le animaron en plena euforia. Y Doblas pensaría en hacer algo grande... también con el Cacereño.