El Mérida aprieta, pero de momento no ahoga. A falta de dos jornadas para que finalice la primera vuelta en el Grupo XIV de Tercera División, la lucha por el simbólico campeonato de invierno vuelve a estar muy abierta. El Cacereño lo tuvo matemáticamente al alcance el pasado fin de semana, aunque para ello necesitaba una carambola de resultado que no se dio, empezando por su derrota ante el Extremadura B. Ahora, solo un punto separa a los verdes, que encaran el fin de año especialmente mermados, de los romanos, con todos sus efectivos a punto.

Dice Adolfo Muñoz, entrenador del Cacereño, que las bajas no pueden ser nunca una excusa para justificar un resultado, pero lo cierto es que el conjunto verde no ha podido completar la convocatoria (18 futbolistas) en las dos últimas jornadas. Y posiblemente tampoco pueda hacerlo en las dos que le quedan al 2018. Rodri y Collantes están ‘ko’ y no se les espera hasta el año que viene; Chechu es una incógnita y Rubén empezará a correr esta semana, pero parece complicado que llegue al partido ante el Valdelacalzada (domingo, 12.00 horas, Príncipe Felipe). Además, Eloy tiene una contractura y en Almendralejo dijo que no podía tras unos minutos de calentamiento. Lo mismo le sucede a Keko, que tuvo que ser sustituido a la media hora de juego.

La «mala racha» del CPC

«Estamos pasando una mala racha», dice resignado Adolfo, «esperemos pasar estos dos partidos [Valdelacalzada en casa y Diocesano fuera] lo mejor posible e intentar recupera la gente para después de la Navidad. No vale lamentarse».

En Almendralejo, además de las bajas, sufrió la falta de chispa de unos futbolistas que también jugaron entre semana la Copa Federación. «Se nos notó el esfuerzo que hicimos en Talavera, no teníamos frescura en las piernas».

Digerida la derrota ante el filial azulgrana, no valen más lamentaciones en el Cacereño. «Es muy difícil sacar adelante todos los partidos», dice el técnico verde. Y más cuando se juega fuera. Ocho puntos se ha dejado el CPC lejos de su feudo, doce el Mérida, que el domingo, cinco jornadas después, volvió a celebrar un triunfo lejos del estadio Romano. Tres empates y una derrota eran sus anteriores resultados.

Dinámica ascendente

Pero la dinámica del Mérida es ahora «ascendente», como dice su entrenador, Santi Amaro, que a diferencia de su principal rival en el lucha por el primer puesto, el Cacereño, sí tiene a todos los jugadores disponibles. Fue así ya en el partido del domingo en Valverde de Leganés, donde hubo cierta revolución, tanto en el once titular, con las ausencias de Cristo y Chavalés, como en el dibujo, pues volvió al doble pivote, esta vez con Curro y Puyi, dando libertad a Muneta por detrás del delantero.

En la primera mitad el equipo no funcionó. Sin embargo, en la segunda parte, desde la primera jugada en la que Joaqui ya tuvo una ocasión de peligro, el equipo mostró otra imagen, tanto con esta disposición táctica como cuando entró Cristo por Puyi, volviendo al habitual 4-3-3. La actuación individual del futbolista de Pueblonuevo del Guadiana también fue clave para desatascar el partido.

Pueblonuevo es precisamente el próximo rival del Mérida, ante quien jugará su último partido en el Romano de este año (domingo, 17.00 horas). El objetivo de los emeritenses será enlazar la tercera victoria consecutiva, algo que ya han conseguido en otras dos ocasiones esta temporada, entre las jornadas 5 y 7 y después en la 9, 10 y 11.