Calma chicha alrededor de la investigación de la trama de amaños de partidos de Tercera División y Copa Federación. El juzgado número 1 de Zafra, convulso tras las declaraciones de los detenidos del día anterior, no tuvo actividad relacionada con la denominada Operación Pizarro en un jueves en el que el proceso continuó, pero de puertas para adentro, sin revuelo mediático.

Los dos presuntos líderes de la trama, los exfutbolistas Jonan García y el extremeño Iván Moreno, pasaron la primera noche en la prisión de Badajoz por orden de la decana del juzgado segedano, mientras se daba por hecho de que al menos en lo que se refiere a Moreno se interpondrá un recurso para que el exjugador salga de la cárcel por considerarse injusta la resolución judicial.

El diario El Confidencial, el primero que informó de la operación policial el pasado lunes (la investigación policial fue a raíz de una información destapada por este diario en septiembre de 2016), ha asegurado que Jonan García e Iván Moreno (natural de la localidad cacereña de Riolobos, aunque ahora vivía en Albacete) coincidieron en la temporada 2011-2012, cuando ambos militaban en el Guadalajara.

El vasco se fue al AEL Kalloni de Grecia la campaña siguiente, «uno de los clubs del mundo más afectados por las apuestas ilegales», para ir después al Othellos Athienou de Chipre, en el que también los amaños, según la investigación en curso, son muy normales. En este tiempo, Jonan aprendió el mecanismo y, al volver en 2016, sin equipo ni trabajo, se unió presuntamente a Moreno para montar su red de apuestas, dice el diario digital.

CINCO POR PARTIDO / Sobre el modus operandi, que este diario destapó el pasado 28 de noviembre citando fuentes policiales, el periódico añade que «solo cerraban la apuesta si habían conseguido involucrar al portero y cuatro jugadores clave, preferiblemente defensas y el capitán del equipo». Lo más habitual era que la trama apostara que hubiera más de tres tantos por duelo. La red llegó a poner sobre la mesa más de 50.000 euros por partido, se afirma y la apuesta se solía cerrar una hora antes del inicio.

Como reveló El Periódico Extremadura, cada jugador implicado podía ganar entre 3.000 y 5.000 euros por amaño. El Confidencial apunta también que, en ocasiones, los futbolistas se fueron a celebrar el cobro, «a pesar de que su equipo había sido goleado». También había un colegiado implicado.

Pese a que se insiste en que incluso se pensó en paralizar la competición, también en Extremadura, el 80 por ciento de los partidos supuestamente amañados eran de los grupos 9 y 10 de la Tercera División, en la que juegan los clubs andaluces. Pero la red se ha extendido por toda España. Antonio Bello (Jerez) fue uno de los detenidos y fue conducido a Zafra. En Murcia la policía detuvo a Juan Carlos Ceballos y José Manuel Catalá, según cita La Verdad, y en Cataluña Oscar Sierra, ex del Hospitalet y Guijuelo. En total, fueron 32.

El otro extremeño señalado, el actual futbolista del Olivenza Víctor Aguinaco, fue ayer contundente negando cualquier implicación , pese a que se le apuntaba con sus iniciales (V. A. CH.) y se aseguraba que había quedado en libertad con fianza. «Solo puedo decir que soy inocente, y que se demostrará». En declaraciones a El Periódico Extremadura horas después de que salieran esas iniciales a la palestra por los presuntos amaños de partidos en el marco de la Operación Pizarro, abundó: «más no puedo decir porque no sé nada. Lo estoy pasando bastante mal, sobre todo por mi familia, que está sufriendo», añadió el jugador.