Hace calor en el Multiusos cacereño. Mucho calor. Un niño ataviado con la camiseta del Atlético de Madrid habla con otro que viste una amarilla de basket. Baloncesto y fútbol. Fútbol y baloncesto. Campus de Calderón y Campus de Pantic. Los dos acontecimientos de la base coinciden en armonía en la ciudad extremeña. Se respira sano --y muy acalorado-- ambiente deportivo.

Los jovenzuelos allí reunidos van a ver basket. "Mira, mira, ahí está Calderón". El base de los Raptors de la NBA no está en la pista. Efectivamente, está en el palco, con federativos extremeños y nacionales y políticos. Carmen Heras, alcaldesa de la ciudad, y muy cerca Guillermo Fernández Vara, que ha terminado su tourné por distintas localidades extremeñas y quiere hacerlo viendo el partido de las selecciones sub-19 de España y Australia (al final, 70-79) dentro del torneo internacional en el que antes Francia había ganado a China por 86-61. Al fin y al cabo, el presidente extremeño es un enamorado del deporte y allí está feliz.

Claver, la estrella del Pamesa y de la selección, no es el que más brilla, aunque pone el espectáculo con algún que otro gorro , celebrado desde la grada.

Diversión

El partido de los españoles --que esperan hacer un buen Mundial en Croacia este mismo mes-- no es bueno, pero el personal se divierte. Llega el descanso. La chiquillería comenta las jugadas. A la grada llega Felipe Vela, el hombre decisivo y tripartito de la política local, que en esta ocasión no acompaña a Heras y se mantiene al margen. El concejal dueño del 2016 promociona el evento en la sombra, él que ha sido primer plano de la actualidad durante meses e incluso años como gestor efímero del equipo de baloncesto de élite.

Políticos al margen, allí los que ganan son los australianos... y los niños divirtiéndose. El partido no tiene buena calidad, pero se ven detalles y efectividad como la que exhibe el español Forcada (14 puntos), el conductor Quim Colón o el base australiano Patrick Mills, dueño del encuentro ante la mirada atenta de Calderón, a su vez dueño de la atención de los chicos que sueñan con ser.alguien en el basket. Muchos han hablado con él estos días (hoy se clausura el campus) y a alguno les ha enseñado su endiablado dribbling.

Es la fiesta del deporte en estado puro. Cáceres se reencuentra con el baloncesto pese a que su club de nueva creación siembre aún alguna duda (Fede Pozuelo sigue en la pomada como futuro entrenador). Mientras esto se soluciona, baloncesto y calor, mucho calor.