EXTREMADURA: Carlos; Pozo, Trinidad, Torrado (Redondo, M. 92), Carrasco; Reina, Israel; Willy, Kiko (Alberto, M. 66), Nano (Carlitos, M. 46) y Mario (Rubén, M. 91).

ATL. SAN JOSE PROMESAS: Hierro; Jesús, Manuel, Perico, Mimi; Miguel (Carlos, M. 76), Iván, Angel (Nando, M. 67) Guillén (Rebollo, M. 55); Sebas y Chiqui.

GOLES: 1-0 M. 23: Mario. 1-1 M. 27: Chiqui. 2-1 M. 74: Mario. 3-1 M. 79: Carlitos, de penalti.

ARBITRO: Fernando López Acera. ´Pastelero´ y a favor de corriente, no midió a los dos equipos por igual (1). Amonestó a Pozo (21´), Willy (60´), Israel (93´)/, Mimi (42´) y Manuel (79´).

Dos goles de un inspirado Mario, la genialidad de un gran Carlitos y quizás el mejor partido azulgrana del ejercicio permitieron que el Extremadura diese la vuelta a la tortilla en el derbi local que le enfrentó al Atlético San José. Su victoria (3-1) le hace depender de sí mismo de cara a la última jornada, en la que podría confirmar su ascenso a la Liga Sub-18 en Montijo, mientras que su rival, el modesto conjunto nazareno que hasta ahora le aventajaba en casi todo, queda a expensas de lo que haga el Extremadura mientras se mide a un Mérida en una enorme racha.

A pesar de la polémica, suscitada por algunas demenciales e impopulares decisiones del consejo azulgrana, o quizás sólo de su presidente, lo del domingo fue sobre todo una gran fiesta. El Francisco de la Hera registró una de las mejores entradas de la temporada y el comportamiento de las dos aficiones, aunque fue mayoritaria la visitante, fue ejemplar. Como también lo fue la actitud del técnico local, Juanjo Ortiz, consolando al final a su compañero y rival Pana Cisneros.

Al San José, que ha hecho una impresionante temporada, le pudo el partido y el escenario. Demasiados nervios en un bloque compacto que pareció por momentos un flan. Con todo, tardó sólo 4 minutos en neutralizar el gol inaugural de un cuadro azulgrana bastante superior. Desprecintó Mario, aprovechando un error de la zaga nazarena (m. 23), e igualó Chiqui, de lo mejor en los visitantes, empalmando imparable a la media vuelta (m. 27). Y con empate se llegó al descanso dejando ambos las espadas en todo lo alto para después.

A MENOS Luego fue cuestión de madurar. El Extremadura hacía valer su mayor calidad y al San José se le hacían grande el partido y el campo. Mario empaló rematando a placer el 2-1, tras un saque de banda desde la derecha (m. 74) y Carlitos convirtió en el 3-1 un claro penalti cometido sobre él mismo (m. 79). Ya no hubo partido. Lo que quedó fue la desesperación visitante y la euforia local. El Extremadura pasaba a depender de sí mismo cuando parecía tenerlo todo negro. El San José ha de aguardar un mayor premio a un año histórico.