Había dibujado y pronosticado el Extremadura en sus preferencias haberse cruzado hoy con el Rayo Majadahonda en otra tesitura, sobre todo cuando tras las vacaciones navideñas se atisbaba este partido a inicios de febrero. Los azulgranas son plenamente conscientes de que el Rayo Majadahonda es uno de los rivales más directos que tienen en su lucha por la permanencia. Puede que el más directo de todos. Y por eso, el partido de esta tarde, es casi una final por adelantado. El Francisco de la Hera acoge esta tarde (18.00 horas) un partido que puede marcar el rumbo de los azulgranas en liga. Un triunfo conectaría al equipo y a la afición de llenó al reto de la salvación. Un empate lo dejaría como otra gran oportunidad perdida para reengancharse. Y en la derrota mejor no pensar, pues sería un paso de gigante atrás en la pelea.

Es un partido de alto voltaje y esa electricidad la ha notado desde principios de semana el equipo, conectado por la energía que le llega desde parte de su afición. El Francisco de la Hera rozará esta tarde el lleno y se engalanará como en las grandes ocasiones. Rodri, técnico de los azulgranas, admitía ayer que a los jugadores les está llegando este apoyo y por eso no dudaba en señalar que «tenemos que ganar y salir de ahí como sea».

Almendralejo está preparado para vivir una tarde de emociones. Las peñas estarán desde por la mañana en el Francisco de la Hera colocando diez mil globos de helio con los colores azulgranas para una estampa nunca antes vista en el estadio. Luego, dos horas antes del envite, harán un masivo recibimiento a los jugadores a su llegada al Francisco de la Hera. Y luego, el balón dictará sentencia sobre los corazones de los once mil que se van a meter hoy en el campo.

Al ataque / No es partido para volverse locos, reconocía uno de los nuevos fichajes de este invierno, Alberto Perea, pero la realidad es que el Extremadura saldrá con toda la artillería ofensiva para poner contra las cuerdas al Rayo Majadahonda. Rodri medita jugar con Perea y Nando en bandas, Kike Márquez de enganche y Ortuño arriba, es decir, casi toda la carne ofensiva en el asador.

Por detrás, la baja de Pomares por sanción y la duda de Bastos por lesión obligan a pasar a Aitor al lateral izquierda y a la vuelta de Alex Díez al lateral derecho, con el beneplácito de una afición que no ha compartido la suplencia del lateral extremeño. Tampoco compartió la del central Pardo, que hoy vuelve al once por la lesión de Perone, de baja un mes por una lesión en el abductor.

«Cuando juegas con un equipo de tu zona, los puntos tienen más valor. Sabemos que es un partido muy importante», comentaba Rodri ayer en la previa del partido. El preparador cree que es un día para materializar las buenas sensaciones de partidos atrás.

El Extremadura tiene ante sí un encuentro que puede marcarlo todo hasta final de temporada. Una final en febrero de esas que no se pueden perder.