Con Jelani McCoy, el Cáceres 2016 ya tiene once jugadores en su primera plantilla. Puede fichar a otro más si se le pone a tiro un interior polivalente y barato, pero Gustavo Aranzana ya sabe básicamente con quiénes trabajará la temporada 2010-11. La primera canasta ya está metida: la satisfacción en el club es evidente por haber renovado e incorporado a buena parte de los objetivos que se plantearon en mayo, tras la eliminación en los playoffs . Nadie de dentro lo dirá públicamente para ahorrarse presiones, pero la sensación es que se ha hecho un plantillón .

Un buen baremo para confirmarlo es que el equipo extremeño de la LEB Oro ha sido el primero en completar prácticamente su plantilla. Ninguno de sus rivales para estar en la zona alta de la clasificación tiene la configuración tan avanzada, incluyendo el Murcia, que será el teórico favorito para subir por su mayor presupuesto --se quedó con dos objetos de deseo cacereños, Michael Umeh y Taylor Coppenrath--, pero de momento cuenta con ocho jugadores. Eso sí, prácticamente son todos contrastados en esta categoría (Xavi Puyada, Oscar González, Vitor Faverani, Pedro Rivero, Sergio Pérez...).

Más nombres

Otros están mucho más atrás. El Ford Burgos, verdugo del Cáceres 2016 en las últimas eliminatorias por el ascenso, cuenta ahora con cinco hombres (las renovaciones de Chus Castro y Alberto Miguel, dos nuevos bases como Raúl Mena y Edu Sánchez y Spencer Gloger, sustituto de Zach Morley). En la misma línea anda La Laguna, fusionado con el Tenerife, que ha perdido a su gran estrella, Jakim Donaldson (Menorca), pero que conserva a valores como Ricardo Guillén, Iker Urreizti, Jaime Heras o Jesús Chagoyen.

La crisis afecta a varios clásicos , como el Melilla, que reducirá drásticamente su potencial y ha visto marchar a Ondrej Starosta y Jason Robinson, o el León, que entra dentro del grupo de los que aún no han fichado oficialmente. Es lo que le ocurre también al descendido Obradoiro, el reaparecido Lleida o el ascendido Alcázar. También marchan retrasados aparentemente en Tarragona, Girona, La Palma y Lugo. Todos esperan con cierta desesperación a que bajen los precios o apuestan por jugadores sin experiencia en competiciones españolas.

En un plano intermedio están clubs que tampoco parecen llamados a estar en la lucha por los primeros puestos, pero que sí tienen ya buena parte de la plantilla firmada. Son los casos de Palencia y Ourense. Dos de los nuevos, el Huesca y el Navarra, han hecho una apuesta inequívoca por la continuidad respecto a sus plantillas de LEB Plata, aunque aún les faltan retoques.

Caso aparte es el del Clínicas Rincón, que como es habitual se nutre de la cantera del Unicaja. Ultima la incorporación de Pablo Almazán, el alero que llega tras realizar una buena temporada en Plasencia.