CACERES 2016 84: Rod Brown (5), José María Panadero (15), Mike English (4), Harper Williams (4), Adrian Moss (12) --cinco inicial-- Jesús Poves (19), Tomás Bellas (9), Juan Sanguino (8), Miguel Guillén (2), Daniel Martín (0), Diego Guaita (6), Lucio Angulo (0).

PLASENCIA EXTREMADURA 75: Fran Robles (8), Kerry Blackshear (12), Nacho Fort (8), Edward Santana (12), Dominick Martín (12) --cinco inicial-- Adolfo Santos (4), Pedro Blázquez (4), Miguel Conejero (0), Kris Clarkson (15).

ARBITROS: Martín y Baena.

MARCADOR POR CUARTOS: 25-12, 48-30, 72-55 y 84-75.

Los pronósticos se cumplieron y el Cáceres 2016 consiguió el primer título de su corta historia. La Copa de Extremadura ya está en las vitrinas del equipo de superior categoría, aunque el Plasencia Extremadura, tras una nefasta primera parte, plantó cara en la segunda e incluso hizo aflorar los nervios en su oponente. En todo caso, se vio un buen partido de baloncesto, aunque con el tradicional matiz de que en pretemporada ninguna máquina puede estar afinada.

Lo mejor fue la estupenda entrada en el Multiusos, con más de 2.000 espectadores --un centenar llegados desde el Jerte-- y el sano ambiente de competitividad. Tiene buena pinta la temporada para el basket extremeño, embarcado en uno de sus mejores años.

En el Cáceres, además del anecdótico debut de Lucio Angulo, quedaron algunos síntomas buenos y otros no tanto. Un poderosísimo arranque pareció casi sentenciar el choque en los primeros diez minutos (25-12), con un atinadísimo José María Panadero y la promesa de poder físico que transmiten Rod Brown, Mike English y Adrian Moss, una terrorífica tripleta cuando se emplea con intensidad.

SIN BARCELO El Plasencia parecía temer una paliza porque las diferencias no dejaban de crecer (40-21, min. 16; 48-30 al descanso). La excusa de la ausencia del tocado Jonathan Barceló, su referente exterior, podía valer, pero se espera más de gente como Kris Clarkson o Edward Santana, los últimos en llegar.

El partido transcurría entonces por unos derroteros algo cansinos y el ambiente de bochorno no ayudaba. ¿Es que los ventiladores en el Multiusos solo funcionan cuando juega la selección española? Los locales se tiraron a la yugular de su oponente y alcanzaron diferencias de hasta 25 puntos (61-36, min. 26).

El pecado --perdonable si es verano, letal en competición oficial-- llegó entonces, bajando los cacereños la intensidad y el acierto de un modo sonrojante. No es la primera vez esta pretemporada. Y el Plasencia, que no quería marcharse del Multiusos con un saco lo aprovechó bien. Un triplito de Kerry Blackshear por aquí, un palmeo de Dominick Martín por allá y la diferencia fue bajando ostensiblemente. 77-72 a falta de 2.20 para el final y el miedo en el cuerpo de unos y la fe en la de los otros.

Se culminó entonces la aparición de Chus Poves, que inició su idilio con la afición local con siete puntos consecutivos que mataron el partido. Buena tarjeta de presentación la suya: 4/5 en triples y 19 tantos en 20 minutos. Y la sensación de que el Cáceres 2016 tiene una buena --incluso excelente-- plantilla que, eso sí, no irá a ningún sitio si se dedica a relajarse.