Marc Márquez se subió ayer, en el circuito de Cheste (Valencia), sobre tres motos después de pasarse todo el lunes recuperándose de la fiesta del domingo por la noche. No solo a una Honda, aquella con la que se proclamó campeón del mundo, sino a tres. A un prototipo que ya probó hace meses en Misano (Italia) y a la RC213V de última generación que no había catado nunca. Las tres con el 93 en el carenado y las dos negritas nuevas, de trinca, con el 1 de campeón pequeñito en el guardabarros delantero, del que asoma su hormiga mágica y veloz, su mascota, y, cómo no, donde en la base del 1 puede verse el 93, año de su nacimiento, ensombrecido.

Y con las tres hizo el mejor crono (1.30.536 minutos). Bueno, lo hizo con la nueva-nueva, pero los otros dos tiempos fueron casi idénticos, siempre por delante de Jorge Lorenzo (Yamaha), que se quedó a 0.232 segundos. "Esto de ser ya campeón me sienta de maravilla, la verdad, pues desde el inicio, desde el primer momento que me he subido a la moto, fuera nueva o vieja, me he encontrado muy suelto, muy alegre, muy centrado, muy relajado y, sobre todo, muy libre, ya sin ninguna presión. Ha sido un placer. Sí, me he divertido mucho", afirmó después.

Casco de película

Lo cierto es que Márquez parece divertirse incluso cuando sufre, lo sancionan o lo descalifican. Y no digamos cuando gana. Y ha ganado mucho: seis carreras. Y se ha subido al podio en 15 de los 18 grandes premios que ha terminado. Y todo ello figura "como si fuese una película bella, dura, hermosa pero gloriosa, fotograma a fotograma" en el casco que la marca Shoei le ha regalado para estos dos días de entrenamientos que son, no los últimos del 2013, sino los primeros del 2014. "Luego, este casco lo pondremos en mi museo, como cariñoso recuerdo de una película maravillosa".

Por cierto, en el último fotograma, es decir, el dedicado a Valencia, solo pone Gaas! , pues no quisieron adelantar el resultado. Eso sí, en el fotograma de Austin (Texas, EEUU), su primera victoria, histórica, claro, precoz, figura pp (primera posición) y una coronita con el 1 dentro.

"Me sienta bien mi nuevo estado, y más si cojo una moto, dos o tres, que van estupendas. Se notan, y mucho, las mejoras que pedimos a nuestros ingenieros japoneses tras el test de Misano", comentó ayer Márquez tras concluir las cinco horas, casi sin parar, de entrenamiento. El campeón de MotoGP reconoció que, por fin, va a dirigir los trabajos de desarrollo y evolución de una fábrica. "Y eso no solo me llena de orgullo, sino que me añade una responsabilidad añadida, pues lo que yo pida lo harán". En ese sentido, Márquez señala que teniendo al campeonísimo australiano Casey Stoner probando para él se gana mucho: "La sensibilidad y el tacto de Casey son muy parecidos a los míos. A la hora de valorar una moto y sugerir modificaciones en su desarrollo coincido más con Stoner que con Dani Pedrosa".