Los reyes de España y los príncipes de Asturias recibieron ayer en el Palacio Real de Madrid a la selección española de baloncesto, ganadora de la medalla de oro en el campeonato del mundo de Japón que acabó el domingo. El marco, el salón de Columnas donde se firmó el tratado de adhesión de España a las Comunidades Europeas el 12 de junio de 1985, resaltaba la importancia del acto. Todo ello tras una larga noche en Madrid, primero, y la recepción, antes que la Real, del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Los Reyes y los Príncipes saludaron uno por uno a todos los miembros de la selección y fue el rey Juan Carlos el más expresivo con ellos, dedicando una palabra a cada jugador y a los entrenadores del equipo nacional.

El Rey se dirigió a la selección sin micrófonos de por medio, agradeciendo a los jugadores "su actuación" y "lamentando no haber podido estar en Japón debido a otras obligaciones previas", aunque también les dijo que "toda la familia" había "seguido por televisión, vibrando, los partidos de España".

"Habéis luchado como leones y conseguido una gran proeza", añadió el rey Juan Carlos. José Luis Saez, presidente de la Federación Española de baloncesto, le contestó agradeciendo la deferencia de la recepción regia.

RECUERDOS Una camiseta con el número 4 de Pau Gasol, firmada por todos los jugadores, y un balón dorado, réplica del que recibieron en Japón como mejor equipo del mundo, le fueron entregados al monarca como recuerdo. Tras la foto, los Reyes, los Príncipes y la selección española tomaron un refrigerio por espacio de aproximadamente media hora en una de las dependencias del Palacio.

Mientras, José Vicente Pepu Hernández, seleccionador nacional de baloncesto, no dudó en afirmar que este grupo de jugadores, que acaba de conquistar la medalla de oro en el Mundial de Japón, "tiene un plus, la amistad". "Estamos todos muy felices por el éxito que hemos obtenido y satisfechos de estar tan cansados por estar haciendo tanta celebración", dijo Hernández a la salida de la recepción en el Palacio Real, que tuvo lugar tras otra no menos emotiva recepción del presidente del Gobierno.

El seleccionador comentó que el Rey le había dado el pésame por el fallecimiento de su padre y que le había respondido que "caso de haber podido ir se habría divertido mucho".