El presidente del Cacereño, Félix Campo, está con el técnico Ismael Díaz y sigue apoyándole como su máximo hombre de confianza en el club y asegura que "no está siendo valorado como merece" en Cáceres.

Las manifestaciones del entrenador y director técnico, en las que decía sentirse en un "ambiente hostil", expresadas ayer en este diario, fueron interpretadas por Campo sin ningún matiz dramático. "Que diga lo que quiera, tampoco pasa nada. Voy a seguir confiando en él. No me va a afectar nada. El está superapoyado en el club, aunque fuera no tanto, pero tampoco pasa nada; el fútbol es así y así se lo he comentado yo a él mismo más de una vez", dijo el presidente, localizado ayer en Barcelona, a EL PERIODICO EXTREMADURA.

El presidente insistió en alabar la labor que está desarrollando Ismael Díaz en el Cacereño, y no sólo con el primer equipo. "Está haciendo mucho: las escuelas rurales, el trabajo de cantera...", dijo un Campo totalmente relajado y restando importancia a las declaraciones.

A nivel global, Campo manifiesta estar muy tranquilo con la situación de la entidad. "Sé que deportivamente estamos atravesando una época difícil y que económicamente está saneado, y eso es lo que importa", apuntó el empresario salmantino, que mañana volverá a ser el protagonista de la junta general de accionistas de la sociedad.

Mientras, el equipo continúa preparando el encuentro del próximo domingo ante el Pájara Playas (12.00 horas). Nico es bastante improbable que juegue, Guy está descartado y el meta Félix Campo también, todos por lesiones. Jaime, expulsado ante el Corralejo, tampoco jugará.

El técnico ha incorporado a un nuevo jugador, el joven Rubén Guillén, que entrará con el primer equipo y jugará, en principio, en el filial. Luisma, mientras, se ha ido al Sporting Villanueva, de Tercera.