El presidente del Cacereño, Félix Campo, afirmó ayer que la oferta que le ha presentado el presidente del Granada, Pedro Ruiz, es "muy apetitosa y muy seria", a pesar de lo cual, añadió, "no estamos por la labor de vender los derechos, pese a que la ilusión esté un poco tocada por la poca respuesta que hemos tenido últimamente".

El dueño del Cacereño --posee la mayor parte de las acciones-- rompió ayer su silencio y habló con este diario, por primera vez, de la crisis desatada tras la salida a la luz pública de la opción de venta. "Sí, es cierto, a mí me han llamado y he estado hablando con el presidente del Granada en una mesa de restaurante desde las tres de la tarde hasta la una y media de la mañana", explicó, aunque se negó a dar cifras de la operación. Sí afirmó que es "mucho más" que 600.000 euros (100 millones de pesetas) y aclaró que se trataría sólo del traspaso de los derechos federativos del club en Segunda B y que, en ningún caso, en la venta entrarían a formar parte la estructura de la sociedad anónima, en la que, aseguró, se encuentra la sala de bingo.

UN ESPECTACULO CARO

"No debemos un duro a nadie; ayer mismo di la orden, como cada 15 de cada mes, para pagar facturas; en este club montar el espectáculo cuesta muy caro y las ayudas son pocas". Campo excluyó al ayuntamiento, "al que estoy muy agradecido y siempre ha estado con nosotros dentro de sus posibilidades". El propio presidente verde reveló que mantuvo una conversación telefónica con el alcalde, José María Saponi, en la mañana de ayer, "en la cual le expuse la situación". En la misma, según manifestó Félix Campo, Saponi le animó a seguir con un proyecto "muy bonito y que tire para adelante".

Precisamente, el propio ayuntamiento, a través de su concejal de Deportes, Lázaro García, emitió ayer una nota en la que se informa de la conversación, afirmándose que "en ningún caso" era la intención de Félix Campo aceptar la oferta.