Lo extraño habría sido que Fabian Cancellara no hubiese ganado en el circuito de Assen, bautizado como la Catedral del motociclismo. El, a diferencia de los grandes divos de las dos ruedas a motor, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, solo impulsó su vehículo con la potencia de sus piernas. Pero, a la increíble velocidad de 54 kilómetros por hora y con muchos tramos a más de 60, bien se podría decir que el fenómeno suizo, el Espartaco del ciclismo, rodó ayer como una moto en el extraordinario estreno de la Vuelta a España 2009 en tierras holandesas.

A Cancellara se le podría aplicar ese término de ser superior, que algunos utilizan en otras disciplinas deportivas. Y es un ser superior sobre una bicicleta cuando el guión, como ayer en Assen, apunta contrarreloj en el orden del día. Ya ganó en la inauguración del Tour, en Mónaco, como había hecho dos veces más en la ronda francesa. En una misma temporada coronarse en la primera etapa de dos grandes rondas solo está al alcance de ciclistas como Cancellara, tres veces campeón del mundo de contrarreloj y vigente campeón olímpico en una disciplina donde este año solo ha sido derrotado en una ocasión. ¿Por quién? Pues por Alberto Contador, en el Tour, en Annecy, con el pinteño luchando contra las artimañas de su equipo.

LOS HERMANOS SCHLECK Holanda se volcó ayer, como era de esperar, con una Vuelta que permanecerá hasta el martes por los Países Bajos y Bélgica, con una breve incursión en la etapa de hoy también por territorio alemán. Será ocasión para ver qué velocista --Tom Bonnen, segundo ayer-- le quita a Cancellara el jersey dorado de líder o si el potente Saxo Bank, con los hermanos Schleck, discretos ayer, se lanza en defender la primera posición de su estrella suiza.

Porque ayer la jornada inaugural de la Vuelta también sirvió para ver que Alejandro Valverde, el principal candidato a la victoria final, ha llegado a la ronda con los deberes hechos. En una especialidad que no es la suya consiguió acabar entre los 10 primeros y empató a tiempos con Alexandre Vinokurov, sorprendentemente rápido y sin notar en exceso los dos años de sanción por su explosivo dopaje en el Tour del 2007, y el italiano Ivan Basso, llamado a ser el principal adversario extranjero del corredor murciano en la pelea por la victoria final en Madrid.

Se vio también como Cadel Evans no parece venir de paseo a la Vuelta, sino más bien a superar el suspenso del Tour, pues el corredor australiano solo sumó un segundo más que el trío formado por Valverde, Basso y Vinokurov. Samuel Sánchez, el campeón olímpico, dorsal 1 de la carrera, estuvo algo más flojo y acabó seis segundos por detrás de ellos.

VALVERDE, SATISFECHO El español Alejandro Valverde, líder del Caisse D´Epargne, terminó contento la primera etapa de la Vuelta a España con un noveno puesto que le situó a la par que algunos rivales directos, mientras que aventajó en un puñado de segundos a los hermanos Andy y Frank Schleck.

"Ya sabíamos que Cancellara es un gran especialista y con él había poco que hacer, pero mi guerra no era con él, sino con mis rivales directos, y en ese sentido todo ha salido a favor. Termino contento la primera etapa de la Vuelta", señaló el corredor.

Valverde recordó que se encuentra "en un buen momento para disputar la Vuelta" y que la presión que pueda encontrar no le afecta en absoluto. "La presión la tengo siempre, pero lo importante es que me encuentro en condiciones de forma para afrontar la Vuelta. En las etapas de Murcia me van a seguir de cerca y me querrán ver ganar".