ATLETICO DE MADRID: Franco; Velasco (Marqués, min. 78), Pablo, Perea, Antonio López; Galletti, Luccin, Ibagaza, Petrov; Torres y Manu del Moral (Colsa, min.76).

SEVILLA: Palop; Alves, Dragutinovic (Escudé, min. 10, por lesión), Navarro, David; Sales, Marti, Renato, Adriano (Puerta, min.65); Kanoute y Saviola (Jordi, min. 84).

GOL: 0-1, min, 77: Puerta.

ARBITRO: Miguel Angel Ayza Gámez, del Comité Valenciano. Expulsó, tras mostrar tarjetas amarillas, a los locales Luccin (min. 15 y min. 72), a Petrov (min.70. y min. 79) y a Perea (min. 79 y min. 85).

Dos meses después de lo acontecido en el encuentro entre el Valencia y el Deportivo de La Coruña de los cuartos de final de la Copa del Rey, el 25 de enero, otra vez el lanzamiento de objetos sobre un campo de fútbol hizo que se suspendiera un partido, aunque el de anoche fue durante 25 minutos.

El árbitro Miguel Angel Ayza Gámez paró el encuentro entre el Atlético de Madrid y el Sevilla en el minuto 77 ante el lanzamiento de objetos al terreno de juego y después de que uno golpeara al meta sevillista Palop.

El lanzamiento se produjo tras conceder Ayza un tanto a los visitantes, obra de Puerta, tras haberlo anulado previamente por fuera de juego del delantero sevillista y consultar, posteriormente, con uno de sus linieres. Minutos antes el colegiado había expulsado al jugador rojiblanco Luccin por doble amonestación ante las protestas del público y en el primer tiempo había pitado dos penaltis en contra del Atlético.

EL DETONANTE En el minuto 77, y cuando el balón estaba parado y los locales protestaban al juez de línea, un jugador visitante entregó al colegiado una botella de cristal que había caído al campo en ese momento.

Los lanzamientos arreciaron en contra de Palop, que recibió un impacto en la espalda y permaneció en el suelo durante un rato. Ayza indicó entonces el camino de los vestuarios ante los gritos e insultos del público. El colegiado, tras permanecer unos minutos en el campo, lo abandonó escoltado por la policía.

En los vestuarios el colegiado y los responsables de ambos equipos decidieron volver a jugar. Los espectadores, que ya habían abandonado en su gran mayoría el estadio, corrían por la calle y por las escaleras de vuelta a sus asientos.

La reanudación, a medianoche, fue un simulacro de partido en el que Ayza todavía tuvo tiempo de expulsar a dos jugadores más, Petrov y Perea, por doble amonestación.