Dos Europa League, una Supercopa de Europa, dos Copas del Rey, una copa de Portugal, una liga belga y un campeonato de Europa sub-21 con la Selección Española no pueden quedar enterrados en tan sólo 365 días. Eso es lo que piensa Diego Capel, el fichaje más mediático de los que ha hecho el Extremadura este verano y que ayer fue presentado en sociedad en Destilerías Espronceda de Almendralejo. «No se me ha olvidado jugar al fútbol. Algunos ya me han querido retirar. Después de tanto tiempo fuera se me habían cerrado las puertas en España y le estoy muy agradecido al Extremadura. Lo voy a dar todo por este escudo y esta camiseta», anuncia el almeriense.

Capel sólo tiene 30 años, pero extraña que un futbolista de su palmarés se haya quedado un año en blanco: «ha sido un cúmulo de cosas, pero he tenido muchas ofertas de fuera. Era un reto volver a España». Estar doce meses sin pisar un vestuario y oler el césped ha sido duro: «muy difícil, pero afortunadamente me ha ido bien en mi carrera. Esta situación me ha hecho más fuerte y estoy con la misma ilusión que el primer día cuando empecé a jugar a fútbol», reconoce.

Capel estuvo acompañado durante su presentación de su representante y su equipo propio de comunicación. Asegura que viene con hambre de fútbol y a ser «uno más». Confiesa que su experiencia puede darle un plus al equipo, pero advierte que uno, en el fútbol, «siempre hay que ir con humildad, trabajo y compromiso».

Será la primera vez que Diego Capel juegue en Segunda División, pues en sus años en Sevilla con el filial sólo lo hizo en Segunda B antes de dar al salto a Primera División y convertirse en héroe del sevillismo.

Expectación

Hasta Destilerías Espronceda acudieron varias decenas de aficionados para seguir en directo la presentación de Capel como azulgrana. El almeriense ha dicho que se siente halagado por las muestras de cariño, tanto en la ciudad como en las redes sociales, que ha recibido de la gente de Almendralejo nada más conocerse su fichaje.

Capel ha elegido al Extremadura para volver a sentirse futbolista. Si alcanza su nivel, estamos ante un súper clase.