La continuidad de Fabio Capello en el Madrid está casi descartada y el técnico italiano lo sabe. El club espera que termine la temporada, que echará el telón con la final de Copa del sábado entre el Getafe y el Sevilla, para hacer oficial la llegada de Bernd Schuster. Mientras, el todavía entrenador del Madrid sigue pasando factura. "Este ha sido el éxito más difícil de mi carrera. Desde el primer día me he sentido como un salmón a contracorriente", declaró Capello.

El Madrid viajó ayer a Tel-Aviv para jugar el Partido por la Paz, con exhibición futbolística impresionante de Guti. Será la última vez que Capello se siente en un banquillo para dirigir a los jugadores blancos, ya que se da por segura la llegada de Bernardo Schuster.

Ramón Calderón eludió hablar del futuro del italiano. Para ello se escudó en el objetivo que había llevado al Madrid a Tel-Aviv. "No es el momento para hablar del entrenador. Estamos muy contentos con él, pero tenemos que esperar. Dejadnos disfrutar unas horas de felicidad por un triunfo deseado. La próxima semana hablaremos de este tema y de otros aspectos", dijo Calderón a los periodistas.

ALABANZAS Sí reconoció los méritos de Capello por lograr un título que se hizo esperar cuatro años: "Capello es uno de los artífices de ese triunfo. Le felicito porque ha llevado ilusión a los millones de madridistas que hay por todo el mundo".

Tampoco habló de la llegada de Miguel Angel Portugal, el exjugador del Madrid, que ayer se despidió como técnico del Racing para recalar en el club blanco como adjunto a la dirección deportiva.

Calderón conoció las declaraciones de Capello a La Gazzetta dello Sport, en las que apuntó que, gracias a sus colaboradores, "se logró construir un grupo que no existía, cumpliendo un verdadero milagro en este año tan complicado".

Al referirse a su relación con el presidente del club, apuntó que eso había que preguntárselo al presidente. "Solo sé que me fichó para ganar y hemos ganado, por lo que creo haber cumplido con mi deber". Aún fue más rotundo al hablar de su continuidad en el banquillo blanco: "Es como lanzar una moneda al aire. Continuaría haciendo el salmón, pero si me marcho lo haré por la puerta grande".

De ser así, podría dejar de entrenar e iniciar su dorada jubilación. Si siguiera, tiene claro que nunca iría al Barcelona "porque no podría traicionar al Madrid". Algo que ya hizo hace 10 años cuando ganó la Liga y se marchó al Milan. Ahora también puede salir, pero no por deseo propio.

Mientras, el media punta brasileño Julio Baptista afirmó ayer que el entrenador italiano Fabio Capello debe continuar en el banquillo del Real Madrid.

"Capello hace mucho tiempo debía tener el respaldo total del club. Ahora, con la conquista del título de la Liga española, entonces debía ser unanimidad", declaró a Efe Julio Baptista, quien se encuentra con la selección.