Cara y cruz. España ascendió a la Superliga en atletismo masculino y descendió en féminas.

De un lado, la selección española masculina de atletismo consiguió en Estambul el ascenso a la Superliga Europea al ganar el grupo B de la primera división con 129 puntos y 26 de ventaja sobre Finlandia.

Tres nuevas victorias en la segunda jornada (Mario Pestano en disco, Antonio Reina en 800 y el relevo 4x400), unidas a las cinco del sábado, redondearon el éxito del equipo español, que se permitió el lujo de alinear a dos suplentes en la última prueba del torneo.

Los equipos de Noruega y de Austria, séptimo y octavo, perdieron la categoría y habrán de competir el año próximo en la primera división B europea.

Mal en féminas

Mientras tanto, el equipo femenino español de atletismo perdió la máxima categoría europea pese al triunfo individual de Iris Fuentes en 1.500 metros y el récord nacional de Rosa Morato en 3.000 m. obstáculos en la segunda jornada.

Dos años después de incorporarse, en Sevilla, al grupo de los grandes de Europa, la selección española femenina terminó séptima en la Superliga, sólo por delante de Gran Bretaña y a 76 puntos de Rusia, que volvió a ejercer su dominio.

El equipo español, que había terminado la primera jornada a 10 puntos de la permanencia, empezó la segunda bajo el mismo signo negativo: Berta Castells fue última en martillo con 64,02 metros, cuatro por debajo de su mejor marca del año.

A continuación, Glory Alozie, ganadora el año pasado en 100 metros vallas, hubo de resignarse, partiendo sin referencias de la calle uno, al tercer puesto con 12.95. La permanencia era ya casi imposible. España estaba a 11 puntos de Grecia, y Martina de la Puente, en peso, sólo fue séptima.

De nada sirvió la exhibición de Iris Fuentes-Pila en 1.500 metros. La cántabra salió atrás, progresó para colocarse al toque de campana y esperó a la recta final para rematar a la francesa Maria Martins y a la rusa Yuliya Kosenkova. Fuentes-Pila venció con 4:08.05 y se convirtió en la tercera española que consigue una victoria en la Superliga. Antes lo habían hecho Natalia Rodríguez en 1.500 y Alozie en 100 m. vallas, ambas el año pasado en Florencia.

Y del triunfo al último puesto. Cinco minutos después del éxito de Iris, Cristina Sanz fue octava en 200 con 24.28 y España, con solo cinco pruebas pendientes, seguía clavada en el séptimo puesto. Ruth Beitia sólo pudo ser sexta con 1,85 en altura, prueba que arrojó la mejor marca mundial del año: 2,04 de la rusa Slesarenko.

El tercer puesto de Rosa Morato en 3.000 m. obstáculos --con récord nacional incluido (9:51.08)-- devolvió a España una esperanza remota. Pero no pudo ser finalmente.