Fernando Carro, un modesto atleta del barrio madrileño de Canillejas, protagonizó con su medalla de plata europea en 3.000 m obstáculos la gesta española del día en que Bruno Hortelano regresó a la elite mundial, dos años después de su accidente, con un agridulce cuarto puesto en la final de 200.

«Un momento maravilloso en un escenario irrepetible, pero tenía que haber estado un pelín adelante. Me he equivocado, he dudado, sabía que tenía que estar cerca de Mekhissi, pero su cambio fue muy rápido y cedí tres o cuatro metros que fue imposible recuperar porque yo soy rápido, pero él también», explicó Carro sobre el francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad, que obtuvo su cuarto título.

Ambicioso irredento, Carro soñaba incluso con la victoria, pero hubo de conformarse con dar al equipo español su segunda medalla en Berlín, después del bronce de Julia Takacs en los 50 kilómetros marcha.

Mekhissi puso tierra de por medio en la última vuelta, perseguido unos metros atrás por el madrileño, y se impuso con un tiempo de 8:31.66, seguido de Carro (8:34.16) y del italiano Johanes Chiapinelli (8:35.81).

El burgalés Dani Arce llegó sexto con 8:38.12 y el jiennense Sebastian Martos decimocuarto con 8:46.76. Por segunda edición consecutiva España había tenido triple representación en la final de obstáculos.

A dos vueltas del final Carro estaba metido de lleno en la lucha por los metales y al toque de campana estaba tercero. Se fue resuelto en pos de Mekhissi, pero clavó a la salida de la última ría y hubo de conformarse con la medalla de plata, su primer éxito internacional, con 26 años.

LA DECEPCIÓN / El éxito de Carro no pudo ocultar la pequeña decepción de Bruno Hortelano, el mejor velocista español de todos los tiempos, que regresó a la elite mundial, después de casi dos años inactivo por un accidente de coche, con la medalla de chocolate en una final de 200 dominada por el campeón del mundo, el turco Ramil Guliyev.

Hortelano era el defensor del título, pero hubo de inclinarse ante Guliyev, que se impuso con nuevo récord de los campeonatos (19.76), y también ante el británico Nethaneel Mitchell-Blake (20.04) y el suizo Alex Wilson (20.04), que le adelantaron en el último metro.

El plusmarquista español se quedó a una sola centésima del podio, con un crono de 20.05. Fue el segundo más rápido en la partida (147 milésimas, frente a las 142 del suizo Wilson) y se mantuvo en posiciones de podio durante 198 metros. Se quedó a una sola centésima de la mejor marca de su vida.

El navarro Sergio Fernández, que llegaba como subcampeón de Europa de 400 metros vallas, mejoró su marca de Amsterdam con 48.98, el segundo mejor registro de su vida, pero sólo le alcanzó para llegar séptimo en una final dominada por el noruego Karsten Warholm. Hoy será el turno de Óscar Husillos en 400 metros lisos.