La derrota del Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura en la pista del Campus Promete (68-62) no dejó una sensación de desolación en el vestuario, reforzado por llegar al choque de Logroño tras dos victorias seguidas que lo sacaron de la zona de descenso. Hasta Jacinto Carbajal, el entrenador del equipo, contó que había dicho palabras positivas a sus jugadoras porque habían «vuelto a competir» y a «forzar un final apretado», aunque esta vez no se resolviese con éxito.

«Era nuestro tercer partido en diez días, pero esta vez se nos escapó en los detalles y no lo sacamos adelante. Tuvo más acierto el rival y cometimos algún error más de la cuenta», lamentó.

Carbajal habló pese a todo de un «balance positivo» basado en haber sumado en dos de los tres encuentros que ser resolvieron en el último minuto. «Es una lástima porque lo tuvimos controlado durante la primera parte, pero un mal inicio del tercer cuarto nos ha lastrado el resto del partido. Aún así, entramos a dos puntos en el cara y cruz», indicó. También aludió a que se acusó la «escasa rotación» que ahora maneja, ya que Manuella Hatchi, con problemas en una rodilla, fue baja por segundo partido seguido.

La próxima estación será en el Multiusos el sábado (19.00 horas) frente al Cadí La Seu en la decimoquinta jornada liguera.