Son casi 1.000 seguidores bastante próximos ideológicamente a la extrema izquierda. Ni la amenaza de prohibir que guardasen sus materiales en una habitación del estadio surtió efecto. De la grada en la que están colocados saltaron los aficionados que agredieron al guarda jurado en el último derbi contra el Betis. Una acción que le costó al club cuatro partidos de clausura del Sánchez Pizjuán. El Consejo ha roto relaciones con ellos.