Carla Suárez tiene motivos para celebrar. Este sábado en Nueva York, en su 28 cumpleaños, se ha apuntado frente a la rusa Elena Vesina la victoria en dos sets (6-4 y 6-3). Incluso sin desplegar su mejor tenis, la canaria daba otra señal de efectividad. Y el triunfo es el tercero en otros tantos partidos en esta edición del Abierto que logra en solo dos sets (tras el doble 6-0 de debut frente a Teliana Pereira en primera ronda y el 6-1 y 6-4 que encajó en segunda a Jelena Jankovic).

Aunque a la vista tiene el complicado duelo con la rumana Simona Halep, número 5 del mundo, de momento Suárez ya ha conseguido lo que ninguna otra tenista española este año: pasar a la segunda semana de competición en los cuatro grandes. Y lo reconoce como señal “de regularidad y constancia, que es algo que está muy bien”, pero ansía más. “Está muy bien ser regular pero estaría bastante mejor hacer unas semis, una final. Estamos en ello”, dice.

"UNA ESPINITA"

Esa ausencia en los partidos clave es “una espinita” que está lista para sacarse. Y se trata, sobre todo, de trabajo interno, porque físicamente se encuentra bien. “No es tener más confianza, que la tengo”, explica. “Lo que tengo es que saber que puedo estar arriba, que puedo ganar a la uno, a la dos, a la tres del mundo”. O a la cinco.

Otro que celebraba cumpleaños este sábado, el austriaco Dominic Thiem, podrá festejar los 23 años y el pase a cuarta ronda, pero en su caso lo ha hecho a costa de Pablo Carreño (1-6, 6-4, 6-4 y 7-5). El asturiano, pese a la despedida, se marcha satisfecho de Nueva York. “He jugado un partido de tú a tú con el número 10 del mundo y esta es la línea que tengo que seguir”, ha explicado corroborando lo que se ha visto en la nueva pista Grandstand.

El primer set ha estado marcado por su juego agresivo y su confianza y, a partir de ahí, el tenis solo ha ido a mejor. No es que Carreño haya sufrido un bajón sino que el talentoso Thiem ha subido el listón.