Al futbolista extremeño Carlos Isaac Muñoz (30-4-1998, Navalmoral de la Mata) le está yendo bien. A finales de la pasada temporada, firmó un contrato con el Atlético de Madrid con una duración de tres años procedente del Diocesano. El fin de semana pasado, celebraba a lo grande con sus compañeros el título de campeón del grupo V de División de Honor de juveniles, en el que milita su último club. Cosas del destino: el sábado vuelve a Cáceres para cerrar la liga ante sus amigos de una entidad a la que está muy agradecida por ejercer de trampolín, al igual que a la Escuela Morala, su origen real.

"No me puedo quejar. Lo he jugado casi todo y, además, hemos sido campeones". Este lateral derecho de largo recorrido dialoga con este diario mientras descansa en su localidad natal, de donde salió hace apenas un par de años tras seis temporadas en el seno la Escuela Morala, allí donde aprendió a desempeñarse en los más diferentes puestos.

Con su inseparable novia, Marta, disfruta del momento, de su momento, a la espera de madurar para ser alguien importante dentro del fútbol. En el buen camino está, desde luego. "Pero aún queda mucho", sostiene con humildad.

Siendo aún futbolista del 'Dioce', fue llamado para entrenar con la selección sub-17. Incluso disputó un encuentro ante Italia en Ibiza. Pero él, en realidad, ve más allá: "claro, quiero ser futbolista de Primera División en el Atlético de Madrid", desea.

Entreno con los grandes

No es baladí su afirmación. Ha entrenado en más de una ocasión con la primera plantilla atlética, pero seguro que lo más importante para él fue la felicitación por el éxito del mismísimo Diego Pablo Simeone, el técnico rojiblanco, la indiscutible referencia colchonera.

Como lateral derecho se fija en Juanfran, claro. "Es muy bueno". Y tanto. Antes de llegar al Diocesano, en la Escuela Morala, jugó en todos los puestos posibles. Y es que dicen los técnicos que todo lo sabe hacer bien. El próximo año aún será juvenil. ¿Qué pasará después? Le restará un año más de contrato. ¿Se quedará en el club, como su buen amigo y paisano Oliver Torres?

"Mis padres me dicen que no deje de estudiar", afirma. Y él lo lleva a rajatabla: "ahora estoy en Segundo de Bachillerato, y lo estoy sacando todo". Suele entrenar por la mañana y después toca ir a clase, "de una y media a seis de la tarde". Vive en una residencia en Alcobendas y, como el resto, comparte habitación con un futbolista chino en proyección fruto del acuerdo con un empresario asiático. "Traducido, se llama Lucas", cuenta en tono desenfadado.

"El Atletico ganará 2-0 con dos goles de Griezmann". Esta noche, en cuartos de final de la Champions, será uno más animando a sus compañeros ante el Barcelona. Y, quién sabe, dentro de poco le tocará a él.