Seguramente ni Carlos Rubén ni Troiteiro estén en el césped del Romano, el primero seguro que no porque está de baja y el segundo quizás tampoco porque su entrenador no le convoque, aunque a pocos rivales se le quiere tanto en Mérida y se le tiene tantas ganas de ver como al pequeño mediapunta. Ambos ponían la magia en el conjunto romano la temporada pasada pero Troiteiro prefirió a irse a un equipo con mayores aspiraciones, aunque jugando bastante poco y el otro se quedó en la capital extremeña para tomar el testigo del ídolo que se había marchado a Linarejos, justo el campo donde se vio por última vez a Carlos Rubén esta temporada "en la experiencia más dura de mi carrera deportiva, aunque ya me he recuperado y estoy pensando ya en la próxima temporada" asegura el andaluz del Mérida al que el club tuvo el detalle de ofrecer la renovación algo que "agradezco mucho, aunque aún no está firmado".