Lejos de estar decidida, la Vuelta 2010 se encuentra coloreada con el tono rojo vivo del maillot de líder que luce Igor Antón. La ronda española entra hoy y durante tres días en la fase decisiva. Ya lo comentó Purito Rodríguez: "El lunes por la tarde, en Asturias, habrá habido un cambio radical en la clasificación general". Ya sabe la causa que provocó su hundimiento en Andorra. Se olvidó de comer. Terrible error que cometen por igual expertos y principiantes. Por esta razón, Purito promete batalla en las cumbres.

Hoy llega el turno de Peña Cabarga, en Cantabria, cerca de Solares, donde se espera la presencia de miles de seguidores vascos, entusiasmados con Antón, gracias a la cercanía de la cima corta pero dura con Euskadi. Mañana, será la oportunidad para la más genuina de las etapas de la Vuelta, los entrañables Lagos de Covadonga, donde nunca llegó Miguel Induráin, en 1996, y el lunes la que se considera jornada más dura e intensa de la carrera: Cotobello, también en Asturias.

Antón, protegido por el Euskaltel, debe actuar con cautela. Rodríguez, en cambio, está obligado a atacar, aunque con cabeza y sin olvidar de contentar a su estómago para no volver a quedarse sin fuerzas.

En cambio, hoy Mark Cavendish se tomará la velada en paz y sosiego porque las cumbres no van con él. Ayer, en Burgos ganó con tanta facilidad que hasta se permitió hacer un caballito "un pequeño salto para un gigante del esprint" en el instante de cruzar la línea de llegada. El chico es una maravilla y va camino de convertirse en el mejor velocista de todos los tiempos. Insuperable.