Unos dicen que Sachsenring, en Alemania, no es un circuito, es una encerrona. Se ha quejado hasta el piloto local, Alex Hofmann. "Parece un trazado de karting, retorcido, gracioso, pero pequeño para la MotoGP". Otros, como Valentino Rossi, lo consideran demasiado estrecho para hacer fantasías. Y los menos, por ejemplo, el arrasador Casey Stoner, cuentan que les da igual el continente, el país, el tiempo y el circuito. "Hemos demostrado ser buenos en cualquier condición y parece que Sachsenring no va a ser diferente", dice.

Alguien decía que para los que van como una moto cualquier trazado es bueno. No solo Stoner está que se sale. También Jorge Lorenzo, que ayer con su Aprilia de dos y medio imitó al australiano y consiguió el mejor tiempo en los primeros ensayos del Gran Premio de Alemania.

Stoner dijo nada más llegar al trazado alemán que Rossi era "su ídolo". El joven australiano insistió ayer al comentar: "Es todo un campeón y, contrariamente a lo que muchos dicen, no creo que acuse la presión de estar segundo a 21 puntos de mí. Sé que se lo pasa muy bien cuando está sobre la moto porque es imposible pilotar como él pilota sufriendo".