Sonrisas y lágrimas al final del partido entre los protagonistas. Unos, los ganadores, felices por llegar a su séptima final de la máxima competición europea. Otros, los perdedores, tristes y desolados y con los arbitrajes --los de los partidos de ida y vuelta-- en el punto de mira.

El más claro fue, quizás, el capitán del Madrid, Iker Casillas. En la primera parte volvió a erigirse en salvador de su equipo con tres paradas espectaculares. Tras el descanso no pudo evitar el tanto de Pedro, aunque para él fue un periodo más tranquilo, en el que se dedicó a mostrar su enojo por lo que, a su juicio, estaba sucediendo en el terreno de juego. Varias veces se llevó la mano al rostro. "¡Qué cara!, se podría ver en ese gesto.

Se refería, como no, al arbitraje. Tras el pitido final y valorando el arbitraje dijo en TVE: "Cualquier cosa que digamos puede ser usada en nuestra contra. Las imágenes están ahí para que juzguen. Nosotros nos vamos con la cabeza arriba tras defender el escudo. Es otra más, como siempre", dijo.

"Con la cabeza alta"

"Te quedas con el recuerdo del partido de casa. Con el 0-0 de allí y aquí 1-1 habríamos pasado la eliminatoria. Es fácil recordarlo pero hemos jugado contra once por primera vez ante el Barcelona. No hemos tenido complejo. Hay que levantar la cabeza", añadió.

Algo muy parecido dijo Xabi Alonso. "En todos los partidos donde hubo once contra once ha habido equilibrio, ahora ya ha pasado. En la ida nos dejaron con inferioridad numérica y hoy otra cosa, hubo impotencia", reconoció.

Jorge Valdano, director general del Madrid, también fue crítico con la actuación del colegiado Frank de Bleeckere. "Esta eliminatoria ha sido marcada a fuego por la actuación arbitral, por la anulación del gol de Higuaín. Esperamos tener más suerte en el futuro", apuntó.

Así explicó Valdano ese gol anulado. "Cristiano es desequilibrado se cae, derriba a Mascherano con la espalda y la jugada sigue su rumbo. Eso termina en gol y todos sabemos lo importante que es marcar un gol pronto, que quizás hubiera marcado el partido", apostilló

Uno de los protagonistas de esa acción, Cristiano, indicó que "sabíamos que era una misión muy difícil después de lo que pasó en el Bernabéu. Es muy difícil jugar con estos contratiempos, esto no es solo fútbol hay muchas más cosas". "Algo pasa, son muchas cosas juntas. El gol de Higuaín era legal y no lo han dado. El Barça tiene un gran equipo como para que le ayuden por detrás", se quejó el delantero portugués.

"Ha ganado el fútbol"

En el otro lado, el sentimiento era el opuesto. "Ha ganado el fútbol, han triunfado los valores del Barça", señaló Sandro Rosell, el presidente azulgrana, que no quiso opinar sobre la jugada polémica del partido. "Tengo costumbre de no hablar de las jugadas ni cuando pitan a favor ni en contra", dijo.

Sobre la final de Wembley, recordó que "es un partido para engrandecer aún más la historia del barcelonismo. Repetimos final en un lugar muy especial para los barcelonistas".

También lo piensa así Pedro, autor del gol azulgrana. El canario espera "que se repita la historia del 92", recordando la conquista de la primera Copa de Europa del Barcelona gracias a un gol logrado por el holandés Ronald Koeman en un partido frente al Sampdoria italiano.

Moderado, como siempre, estuvo Iniesta. "Este es un momento único. Haber ganado una eliminatoria contra un rival tan fuerte es para celebrarlo. Delante teníamos a uno de los mejores equipos y por eso la celebración tiene que ser más grande", señaló el internacional. Al referirse al saludo con algunos compañeros madridista en la selección dijo que "nada de esto tiene que influir".