El capitán de la selección española de fútbol, Iker Casillas, garantizó ayer que los jugadores afrontan el partido amistoso contra México "con las mismas ganas e ilusión de hace un mes", cuando se proclamaron campeones del mundo, aunque reconoció que el estado de forma del equipo no es el idóneo. "Muchos de los que venimos no tenemos la preparación adecuada, no sé si el juego de la selección va a ser igual o no", aseguró. Disputar el partido con el que se conmemora el Bicentenario de la Independencia de México supone "un orgullo y un placer" para los jugadores, al igual que hacerlo en un estadio "tan emblemático" como el Azteca, reconoció.