Encuentro Vitória Guimaraes-Oporto, minuto 4. Iker Casillas no mide bien en una salida y no ataja el balón. Baraky Bouba se aprovecha y marca el que sería el gol del triunfo de su equipo. Iker mira al infinito, quiere que le trague la tierra y acaba pidiendo un perdón que no le libra de los iras de los dragones , los seguidores del equipo, de la prensa y de medio país. Con la Eurocopa en el horizonte, el exportero del Real Madrid vuelve a verse en medio del debate sobre quién debería ser el meta titular, porque su rival por el puesto, David de Gea, está en plena forma. Veremos qué ocurre hoy, en una nueva prueba para Casillas en su estadio ante el Marítimo.

Iker esperó una reacción de su equipo que no llegó en los 86 minutos siguientes al gol que encajó ante el Vitória. Las redes sociales echaban humo. Todos los diarios reflejaban la pifia del meta de Móstoles. Nadie salió en su defensa. No pudo hacerlo Lopetegi porque su lugar en el banquillo lo ocupaba Rui Barros.

Peor fue conocer que el nuevo entrenador era un viejo conocido de Casillas. José Peseiro, el que fuera ayudante de Carlos Queiroz en el Madrid en el 2003, abandonó a toda velocidad el Al Ahli egipcio cuando le llegó la oferta del Oporto. El técnico portugués se despachó a gusto en el diario A Bola contra Iker. "Veremos por cuánto tiempo continúa siendo titular en el Madrid. No se puede cambiar de portero todas las semanas, pero ningún entrenador consigue sostener a un guardameta que esté constantemente teniendo errores. El fin de Casillas está cerca", afirmó Peseiro en octubre del 2014.

"Continúa siendo el portero de la selección española y fue campeón del mundo y de Europa", afirma Pinto Da Costa para defenderle públicamente. No dudó Casillas en agradecer el apoyo del presidente del club desde 1982. "Gracias por tus palabras, presidente. Es un orgullo pertenecer a este club", escribió el meta en las redes sociales.