El ambiente en la grada era frío. A partir de ahora será lo habitual por las restricciones por el coronavirus. En el Campo B de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas había quizás un centenar de aficionados contando a los representantes de las selecciones de Galicia y Baleares, que habían jugado en la primera semifinal (4-1 ganaron los gallegos), pero puede que haya sido el último partido con tanto público en mucho tiempo.

Entre ese centenar de espectadores, una única bufanda, del centenario Cacereño. «Es un aficionado de Alcorcón», decía Luis Puebla, director general del CPC, en el palco de autoridades junto a los presidentes de las federaciones extremeña, Pedro Rocha, y andaluza, Pablo Lozano. «A ver si este año subimos a Segunda B», proclamaba el seguidor verde, Juan Antonio, tras presenciar la goleada de Andalucía a Extremadura.

En las conversaciones, el coronavirus era el principal, casi único, protagonista. Pero en el verde, nada de eso. Hubo los tradicionales saludos, al principio y al final, y los andaluces celebraron cada gol con efusivos abrazos. Hay cosas con las que el Covid-19 todavía no puede.

«Esto es fútbol, nada más»

Tampoco pudo Extremadura celebrar gol alguno. «Y eso que hemos tenido tres bastante claras», decía Teto, del Cacereño, al final. Coincidía con el portero Pedraza (Arroyo): «Hemos hecho méritos suficientes al menos para marcar».

Para ambos, el castigo fue excesivo. Algo similar opinaba Toto, exjugador de Cacereño y Coria, ahora en en las filas del Móstoles, que siguió el partido desde la grada para apoyar a algunos de sus excompañeros. «Han sido muy superiores», reconocían, mientras, los padres de Javi Bernal, pichichi de la Tercera extremeña y jugador del Diocesano.

«Creo que es un resultado demasiado amplio para lo que se ha visto en el campo», añadía Teto, que sentenciaba: «Esto es fútbol, nada más, te pueden meter tres, cuatro, los que sean». En cuanto a las carencias del combinado extremeño, también lo tenía muy claro: «el gol, solo nos ha faltado el gol, porque ocasiones hemos tenido».

«En el fútbol las ocasiones no se merecen, se marcan, y nosotros no hemos estado acertados», explicaba después el seleccionador Domingo Terrón, para quien haber llegado a esta semifinal ya era todo un éxito.

«Es un resultado engañoso», apuntaba Pedraza, que cree que la gran diferencia ha estado en la preparación de unos y otros. «Estamos compitiendo con selecciones que realizan cinco o seis entrenamientos. Nosotros sólo hemos tenido uno». Pero no quiso el portero terminar con un lamento, lo hizo quedándose con lo positivo: «Lo bueno, la gran cohesión que hemos tenido en nuestro equipo».