Miles de aficionados festejaban anoche en la plaza de La Cibeles el título de Liga conquistado por el Real Madrid. El centro de Madrid no era el único en España que registraba muestras de júbilo por parte de los seguidores blancos. Como viene siendo habitual, en distintos puntos de Extremadura los madridistas festejaron la Liga.

Con gritos de "campeones, campeones", las banderas y bufandas desplegadas y el sonar de las bocinas de cientos de coches, Madrid era una fiesta madridista y las riadas de aficionados eran incesantes con destino a la plaza de la diosa.

El dispositivo policial, con más de un centenar de agentes municipales y 70 efectivos de Samur-Protección Civil, incluso se vio sorprendido por el triunfo en el último suspiro del Madrid, ya que cuando Osasuna marcó en el minuto 82 comenzaron a desmontar las vallas para instalarlas de nuevo una vez que Robben e Higuaín dieron la vuelta al encuentro.

La espera de los aficionados tenía prevista ser larga, ya que el Real Madrid debía que regresar en avión desde Pamplona y no se esperaba que los jugadores llegasen en el autobús hasta las dos de la madrugada.

Tanto el Paseo del Prado como el de Recoletos, que confluyen en Cibeles, fueron cerrados al tráfico y la estatua de la diosa se protegió con unas vallas que lucen el escudo y el nombre del Real Madrid. Una pasarela, con la leyenda del trigésimo primer título conseguido, tenía previsto conducir directamente a la cabeza de La Cibeles al capitán Raúl para cumplir con la tradición y colocarle una bufanda del club y la bandera de España.

En Extremadura

Las principales ciudades de Extremadura participaron de la celebración, cada una dentro de las limitaciones impuestas con previsión por las fuerzas de seguridad.

De hecho, en Cáceres la Fuente Luminosa, habitual lugar de reunión de los madridistas en estos casos, fue protegida y los aficionados hicieron caso a la recomendación de mostrar su júbilo en una zona menos céntrica como el Parque de El Rodeo, como ha ocurrido en las últimas ocasiones. Los seguidores más osados optaron por bañarse en el lago artificial, animados por la temperatura agradable que se registraba en la ciudad al filo de la medianoche.

En Mérida, la fuente de la Plaza de España fue vallada y custodiada por policías, por lo que los hinchas se limitaron a hacer sonar las bocinas de sus coches. Algo similar ocurrió en el centro de Badajoz, donde el epicentro volvió a ser la Fuente de la Constitución.

Al cierre de esta edición no se recogieron incidentes reseñables, si bien la noche prometía ser larga para quienes quisiesen celebrar el título del Real Madrid en los bares.