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3Gol: 1-0-Min. 9: Dani Muñoz.
3Árbitro: Holcer Levato. Tarjetas amarillas a los locales Keko, Carlos Martínez, Dani Muñoz y Alex García (suplente) y a los visitantes Pepe, Gabri, Macías, Alexis, Juanan y Miguel Rubia.
3Estadio: Príncipe Felipe.
3Espectadores: 400.
3Cacereño: Bernabé, Chechu, Alberto Delgado, Rubén, Keko (Carlao, min. 87), Carlos Martínez, Rodri, Neto (min. 60, Carlos Andújar), Luismi, Dani Muñoz y Eloy Jiménez (min. 60, Gabri).
3Atlético Pueblonuevo: Jesús, José Guillén (min. 84, Sergio), Gabri, Macías, Pepe, Peri (min. 48, Alexis), Juanan, Dani, Miguel Rubia, Dani y Juanma.
El centenario merecía más. Mucho más. La efemérides del decano del fútbol extremeño se saldó con un exiguo triunfo ante el Atlético Pueblonuevo (1-0) en un encuentro de perfil bajo, que empezó prometedor y que terminó descorazonando a la grada en un día tan especial. No merecía la jornada tan triste ejercicio futbolístico. Y todo ello, en un escenario tan vetusto como sufrido y con una afición ávida de ver levantar el vuelo a su equipo en algún momento. No fue ayer, y de ahí la frustración generada.
Los cánticos del grupo de aficionados más ruidosos, situados junto a la ya clásica puerta 13, en Preferencia, fueron acompañados por palmas en la Tribuna. Era el minuto 70 de encuentro y ése fue el momento guiño al centenario. El público, entre la emoción del momento y la depresión de la época que se vive, sufrió, como parece el sino del club a lo largo de su historia, escrita a sangre y fuego y marcada fundamentalmente por las decepciones. Quizá por eso la afluencia de seguidores fue también baja, en justa correspondencia al momento, con el Mérida enfilando el título.
El juego fue muy mejorable si exceptuamos los primeros minutos, en los que el equipo de Adolfo Muñoz dominó y tocó bien la pelota. Fruto de ello, tras un córner, el espléndido remate de Dani Muñoz (una bendición la llegada del delantero andaluz) se convirtió en gol (min. 9, 1-0). Fue el momento emocionante para el talentoso punta verde, que dedicó la diana a su primo hermano Belli, fallecido ayer mismo.
Aquello auguraba goleada. El CPC se gustó entonces con su juego combinativo, pero el fuelle no duró mucho. El problema fue que los verdes sobaron excesivamente el balón, con mucho toque y poca profundidad. Rodri, el timón, un genio para la Tercera División, no tuvo su mejor partido ayer, pues ralentizó el juego con sus repetidas conducciones interminables, que apelmazaron el juego extraordinariamente. Un pequeño borrón en su espléndida temporada.
Monólogo relativo / Decayó el fútbol, aunque en ningún instante el Pueblonuevo amenazaba, dedicándose casi exclusivamente a defender su puerta. Alguno de sus futbolistas, en concreto el exverde Gabri, debió ver la tarjeta roja tras dos amarillas reiteración de faltas, lo que hubiera condicionado más el partido. Solamente en el tramo final del primer acto hubo más acciones ofensivas de los locales, con un tiro al poste de Eloy Jiménez. En realidad, muy poco más.
El segundo tiempo fue malo. Muy malo, como reconoció el propio Adolfo Muñoz, quien está perdiendo crédito en los últimos encuentros por la decadencia futbolística del grupo. Está bien asumir errores del equipo, y en esa cuota él tiene buena parte de responsabilidad. Hay un problema ya de credibilidad, y él debe ponjer todo para solventarlo antes del inicio de la fase de ascenso.
El decano no prosperó ni con los cambios. El Pueblonuevo incluso terminó volcado sobre la meta del ya centenario equipo, incluido el portero Jesús. Hubiera terminado todo mucho peor si los visitantes hubieran igualado el encuentro, algo que intentaron con verdadera fruición. Toda una jornada histórica con los cimientos tambaleándose por momentos. Era el centenario, y la ocasión lo merecía. ¿Sería a lo mejor un espejo de la constante de este club? Puede.
