"Para lograr la permanencia habrá que hacer una segunda vuelta de liguilla porque con 44 o 45 puntos se desciende", decía Andrés García Tebar el pasado domingo. Pues bien, Tébar cogió al equipo en el puesto de colista tras un 7-1 en Linares en la novena jornada y haciendo una clasificación parcial desde que se hizo cargo del Cerro hace diez jornadas, el cuadro blanquiazul estaría al borde del ascenso, a tres puntos.

Sólo cinco equipos han sumado más: Córdoba, Sevilla Atlético y Jaén con 20 puntos, Portuense con 19 y Cartagena con 18. Sexto sería el Cerro con 16, igualado con Linares y Ecija. Después estarían Marbella, Baza y Ceuta con 15, Aguilas y Granada con 14, Mérida, Extremadura y Melilla con 11 y en descenso, Alcalá con 10, Villanovense con 5, Málaga B con 4 y el Villanueva con 2.

En la actualidad, el Cerro está a dos puntos del puesto de promoción de permanencia. El equipo pacense sigue imparable en el 2007 en el que ha sumado por primera vez en toda la temporada, dos victorias consecutivas y ha ganado por más de un gol sus dos partidos, 0-2 la semana pasada en Villanueva de Córdoba y 3-1 domingo ante el Real Jaén.

Tébar ha hecho limpia en el vestuario. Ocho jugadores se han ido: Sergio Vera, Merino, Rey, Goncha, Curto, Urraka, Futre y Fernando Alvarez; y han venido la mitad, cuatro: Rubén Verdú, Pablo Paz, Rezzónico y Aarón, a la espera de la quinta incorporación, el uruguayo Carlos Fabián Canobbio. Los resultados hablan por sí solos. Tébar ha profesionalizado el club, entrenando mañana y tarde, ha hecho creer a los jugadores que podían dejar de hacer el ridículo y el equipo más flojo se ha convertido en el sexto mejor. En defensa, el Cerro se ha convertido en un muro infranqueable. En las nueve primeras jornadas, encajó 27 goles. En las diez últimas, casi una tercera parte, 11. Los números son como el algodón, no engañan.