Tres oportunidades, tres, para hacer historia. "Sí, tiene posibilidades en todas ellas". César Castro entrena en la piscina del Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres y su entrenador, Serafín Calvo, habitualmente cauto, no lo duda: el placentino puede estar en los Juegos de Río, un caso excepcional que, aunque no se consiga materializar en los próximos meses, solamente el hecho de contar en la baraja de los grandes ya es de por sí un éxito absoluto.

El jovencísimo nadador extremeño (16 años) lo ha vuelto a hacer: sus tres recientes medallas en los Campeonatos de España junior en Tarrasa así lo acreditan, pero el reto que se propone ahora está a 16 días vista: el Open de España en Sabadell y con plazas olímpicas en juego consiguiendo las marcas que se piden para ello. Y él, números en mano, puede lograrlo.

Castro participará en tres pruebas: los 1.500, los 200 y los 400 libres. "Ahora mismo es el mejor junior del mundo en mediofondo y fondo", dice Calvo sin rubor. En los 1.500, hay números que permiten soñar: Castro tiene como mejor marca 15.17.00. Se piden 15.9.40. A menos de ocho segundos de estar en la cita brasileña. Hay dos plazas, y a él solamente le supera el número 1 nacional: el catalán Marc Sánchez. ¿Por qué no?

La precocidad del extremeño no tiene parangón en España, sostienen los especialistas. "La competencia, eso sí, es feroz", añade el técnico, "pero hay que tener en cuenta su juventud y lo que está consiguiendo".

Tras la prueba larga, Castro nadará el 200 libres y el 400 libres. "Claro que lo puede lograr; otra cosa es que lo consiga", reclama el entrenador, quien tiene una confianza ciega en el talentoso deportista.

Las expectativas se están viendo superadas, bajo su punto de vista. "Está incluso mejor de lo que pensaba", asevera. César Castro, una realidad palmaria.