Dos objetivos por el precio de uno. El Extremadura afronta el encuentro de esta tarde ante el Ceuta (17.00 horas) con la ilusión de superar el test de la visita del líder, para dimensionar realmente la positiva racha de juego y resultados en la que esta inmerso, y con la sana aspiración de sacarse la espina de lo que significó el partido de la primera vuelta, curiosamente en plena crisis azulgranas y con un duelo tras el que los de Cisqui regresaron con la impresión de que merecieron algo más. Pero el fútbol no entiende de merecimientos y muchas veces sí de rachas. Por eso el cuadro local anda juramentado en la intención de dar otra alegría a la hinchada.

No será fácil. El Ceuta es un bloque compacto, realizado con una importante inversión y con jugadores de calidad. El propio Cisqui llegó a asegurar ayer que "finalizado el partido podremos calibrar muchas de las posibilidades que tenemos de cara al final de la liga". De la racha de 13 partidos sin perder de su equipo no quiere saber demasiado porque "el ejercicio termina el 30 de junio y sólo entonces hay que hacer balance".

El entrenador almendralejense pudo incluir ayer en la convocatoria a los lesionados Roberto Rodríguez y Raúl García. Junto a ellos, otros 15 jugadores que conforman el grupo de los 17 que están a su disposición. Antes del duelo, un descarte.