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Un Chelsea muy superior acabó con el sueño del Valencia de acceder a las semifinales de la Liga de Campeones, si bien la sentencia del equipo de Mestalla no llegó hasta el minuto 90 con el gol del ghanés Michael Essien, que situó el 1-2.

El Valencia sólo plantó cara al equipo inglés en el primer tiempo, en el que en algunas fases fue superior e incluso llegó a adelantarse en el marcador, pero en la segunda parte el equipo local se quedó sin gasolina, a la par que el Chelsea volaba.

Salió el Valencia con un poco más de brío que su rival, aunque pronto llegó el equilibrio de fuerzas sobre el campo, si bien poco tuvo que ver la primera media hora de juego con la intensidad y el nivel de juego del primer tiempo del partido de ida en Stamford Bridge.

De todas formas, aunque era el Valencia el que le servía el 0-0, el Chelsea no se fue al ataque desaforadamente. Siguió su guión habitual, con su fútbol directo y con peligro en cada una de sus jugadas a balón parado, en especial en los saques de esquina.

Tampoco el meta checo Petr Cech vivió situación de agobio hasta que Fernando Morientes avisó con un duro lanzamiento al poste tras jugada de David Villa en el 29, ya que tres minutos después acertó en la diana y abrió el marcador de Mestalla. Joaquín Sánchez centró un balón al segundo palo que Morientes empalmó casi a ras de suelo con la zurda.

El gol dio cierta efervescencia al Valencia, que de la mano de Villa pudo mejorar el panorama, pero a su soberbia jugada por la banda le faltó generosidad. Recompuesto de una ligera inestabilidad, el Chelsea tuvo su gran ocasión, pero Cañizares sacó una mano asombrosa cuando el balón, rematado de cabeza por el marfileño Drogba, se colaba.

SEGUNDA PARTE Tras el descanso, el Chelsea salió con la necesidad de marcar cuanto antes un gol que igualase la eliminatoria y así sucedió. A los seis minutos de reanudarse el choque, el ucraniano Andrey Shevchenko se aprovechó de un jugada combinada para igualar el partido.

El gol afectó al Valencia y dio alas al equipo del portugués José Mourinho. Los de Quique Sánchez Flores adolecieron en el centro del campo de un organizador que diera salida al balón, ya que, ante esta situación, el equipo inglés se adueñó por completo de la zona de creación.

Lejos de mejorar, la situación empeoraba para el Valencia con el paso de los minutos. El conjunto valencianista estaba físicamente liquidado y el Chelsea convirtió el partido en un auténtico monólogo, con un juego rápido ante el que los locales no ofrecían respuesta alguna.

Cuando el partido alcanzaba el 90, Essien acabó con la ilusiones del Valencia, al culminar con un disparo raso una rápida jugada del equipo londinense que le daba el pasaporte a las semifinales y mataba el sueño del equipo valenciano en la máxima competición continental.