Chema Martínez, 39 años, afronta hoy el maratón de Castellón, aunque lo hace sin quitarse de la cabeza los graves sucesos que acechan estos días al atletismo español con la detención de todo un icono para este deporte como es Marta Domínguez. Martínez, subcampeón europeo de maratón en Barcelona, apuesta por un deporte limpio y pide, para dar ejemplo a los más jóvenes, sanciones a perpetuidad a los que apuestan por el dopaje.

--Usted que es un atleta de élite, ¿cómo se siente en estos momentos?

--Yo siempre he tenido una visión de lucha contra el dopaje porque sigo creyendo que existe un deporte limpio. Sé que hay muchos que han hecho y seguirán haciendo trampas, pero yo, siempre, me he preocupado de mí mismo, de trabajar duro, y de llegar a donde estoy de una forma honesta.

--Pero en algunos deportes, como el atletismo, no dejan de aparecer casos de dopaje y hasta tramas organizadas como sucede ahora.

--El dopaje es la gran lacra del deporte mundial. Cada vez se avanza más y por eso, cada vez, resulta más evidente que aparezcan casos de dopaje. Lo triste es que un positivo ya empieza a no sorprendernos y hasta deja de ser noticia. Sin embargo, yo creo que cuando hay una detención, cuando se desarticula una trama o cuando aparece un caso de dopaje, hay que lanzar un mensaje efectivo y pensar que no todo el mundo es corrupto y que no todos los deportistas de élite se dopan.

--En el ciclismo, por desgracia, también se convive con el dopaje y en el pelotón se sabe o se sospecha de quién no corre limpio.

--Yo también sospechaba en mis primeros años como atleta de alto nivel. Si uno te ganaba dudabas de su victoria. Pero, en ocasiones, estas sospechas que en el mundo del atletismo, como en el ciclismo, también existen, solo te van creando fantasmas. Aún así, lo que sí es cierto, es que en el atletismo funcionan las matemáticas y que dos más dos suman cuatro y no seis u ocho. Por eso no es normal, en muchos casos, que un atleta que durante todo el año no ha hecho nada, aparezca de repente en la gran cita del año, en la competición grande, y noquee a los demás. Entonces la sospecha cobra cuerpo.

--Y ahora llega la detención de Marta Domínguez.

--No cabe duda de que la situación en la que se encuentra ella y toda la operación Galgo es una mala noticia y una mancha, sobre todo ahora que nos encontramos en la época dorada del deporte español. No resulta nada saludable que una de las referencias de nuestro atletismo esté siendo investigada por dopaje.

--¿Este caso pone bajo sospecha a todo el atletismo español?

--No tiene por qué ser así. Podemos quedar segundos pero no es justo que se dude de todos los atletas. Existe un deporte limpio de la misma manera que hay competidores corruptos. Pero sucede igual en el mundo de la política y las finanzas.

--¿Qué es lo que hay que hacer para luchar contra el dopaje con mucha más eficacia?

--El dopaje se puede acabar si imponemos sanciones a perpetuidad para que la gente que empieza a competir no tenga ningún referente que hubiera apostado por utilizar sustancias prohibidas.

--¿A usted nunca le han tentado?

--Pues la verdad es que no. Posiblemente porque saben lo que pienso del dopaje y porque si alguien me ofrece algo no me callaré y lo denunciaré. Una persona que se dopa pierde toda la credibilidad como atleta.

--Ha sido también muy crítico con antiguos compañeros suyos de entrenamiento, como Alberto García.

--Es cierto. El me dejó de hablar.

--Y ahora aparece como inculpado en la operación Galgo .

--Sí, lo sé, aunque a mí los nombres me dan igual. Lo que digo es que el que roba no se le pone a trabajar en un banco, aunque apostemos por la reinserción social. Soy tajante en este tema. Cuando se comete una irregularidad hay que lavar. Detrás del deporte hay vida. Por eso, yo siempre he pensado en mi salud.