SUIZA: Benaglio; Lichtesteiner (Vonlanthen, m.75), Müller, Senderos, Magnin, Inler, Gelson Fernandes, Behrami (Derdiyok, m.84), Barnetta, Frei (Yakin, m.46) y Streller.

REPUBLICA CHECA: Cech; Grygera, Ujfalusi, Rozehnal, Jankulowski, Galásek, Polák, Jarolím (Kovác, m.87), Sionko (Vlcek, m.84), Plasil y Koller (Sverkos, m.56).

GOL: 0-1, m. 71: Sverkos.

ARBITRO: Roberto Rosetti (ITA). Mostró cartulina amarilla a Magnin (m.59), Vonlanthen (m.76) y a Barnetta (m.90+4).

INCIDENCIAS: Partido inaugural de la Eurocopa.

Václav Sverkos, el suplente de Jan Koller, obtuvo el máximo premio en la victoria de la República Checa frente a Suiza (0-1), después de un encuentro dominado por los helvéticos, pero que sucumbieron tras encajar un tanto en el único remate entre los tres palos del equipo de Brückner.

Los checos, con un fútbol aseado y un golpe de buena fortuna, tuvieron suficiente para acabar con el animoso equipo local, que tuvo las mejores ocasiones, como un remate al palo en el minuto 89 de Vonlanthen.

Además los suizos vieron como su mejor jugador, Alexander Frei, tuvo que retirarse después de una acción con Zdenek Grygera y el ataque de los de Köbi Kuhn se resintió en exceso.

La República Checa debe haber sobrepasado el umbral entre los buenos y los grandes equipos, visto lo ofrecido ayer. Los buenos equipos pueden o no ganar, los grandes equipos tienen suficiente con poco para llevarse el triunfo, y el equipo checo, semifinalista en la última Eurocopa y el mejor en la fase de clasificación, no desaprovechó la ocasión que le brindó Suiza.