El muchacho no parece muy nervioso. Perdón, nada. Su entorno lleva días subiéndose por las paredes. Mamá Roser ha dejado de fumar y le sienta de maravilla, va con cigarrito electrónico quitándose los nervios. Papá Julià tiene los dedos índice y anular de su mano derecha desgastados de tanto cruzarlos. Emilio Alzamora, el mánager, reza a diario, ¡reza!, para que el error que cometieron todos en Phillip Island (Australia) no les pase factura.

Y él, Marc Márquez, el debutante más espectacular de la historia, el muchacho que ha decidido destronar a Freddie Fast Spencer como el rookie más joven en ser campeón entre los reyes, jubilar a su Valentino Rossi, acabar con el mando de Dani Pedrosa en Honda y cuestionar el prodigioso, valiente, tenaz y brillante dominio de Jorge Lorenzo en MotoGP, él, el rebelde de Cervera, se mueve por el abarrotado paddock y por el asfalto valenciano como si acabase de debutar en las minimotos.

A Márquez no le preocupaba ayer la pole , que logró con casi medio segundo de ventaja ¡que ya es ventaja! sobre Lorenzo, convirtiéndose en el único debutante que logra nueve poles (siete de ellas con récord: es decir, en Austin, Indianápolis, Silverstone, Misano, Aragón, Sepang y Valencia nunca antes nadie rodó tan rápido como Márquez). A Márquez ayer le preocupaba quién se hacía cargo del seguro del BMW M6 Gran Coupé que le regaló Carmelo Ezpeleta, máximo responsable del Mundial, por haber conseguido todas esas poles . Eso es lo que le preocupaba a Márquez. "Le va a costar encontrar quien le asegure este deportivo pues si conduce como pilota-", le dijo por lo bajini Ezpeleta.

Todo lo demás, Márquez cree tenerlo controlado. Su año ha sido prodigioso. El de Lorenzo, que es el único que ha resistido el empuje del recién llegado, también. Como suele decir el mallorquín, "yo lo tenía todo perdido y el regalo de Marc en Phillip Island me ha devuelto la vida". Pero Márquez también tiene controlado a Lorenzo. "Si se escapa, no sé si lo seguiré. Yo voy a tardar muy pocas vueltas en saber qué tengo que hacer. De momento, ya he logrado estar en pole , que es la única garantía para asegurarte una buena salida. Y una cosa sí tengo clara: este Mundial solo puedo ganarlo si sigo siendo Marc Márquez, el mismo Marc Márquez que me ha traído hasta aquí".

Ese Márquez ha sido atrevido. Y ese Márquez solo le teme a la relajación. "Tras destruir la pole en medio segundo, he querido dar otra vuelta a tope sobre la bandera a cuadros y por poco me caigo. ¿Por qué? Porque sabía que ya tenía la pole y me he relajado. ¡Ves!, te relajas y te caes. O casi".