La selección española de waterpolo, alejada por Serbia de la lucha por las medallas, no acabó de asimilar la eliminación de cuartos y ante Grecia mostró su peor versión en estos Juegos, con lo que tendrá que luchar por el séptimo puesto frente a Brasil. Los hombres de Gabi Hernández estuvieron muy desacertados en ataque y lo pagaron con la derrota. Entre los dos primeros cuartos tan solo marcaron un tanto, obra de Willy Molina a 2.51 para el intermedio. Grecia llevó siempre la iniciativa y tuvo el control. El 3-1, obra de Vlachopoulos, elevó la distancia que nunca pudo ser enjugada por España, que como máximo se situó a un gol tras goles de Alberto Munárriz y el propio Molina, este de penalti (3-2 y 4-3). No tuvo continuidad el esbozo de reacción (7-3). Quedaba más de un cuarto y parecía todo resuelto. Al menos no acabó en paliza.